Las cajas pretenden controlar la gestión de la sanidad privatizada en la Ribera y la Vega Baja

La corporación financiera Cartera Participativa, constituida por las dos grandes cajas de ahorro de la Comunidad Valenciana, Bancaixa y la CAM, pretende controlar la gestión integral de los servicios de salud en la Ribera y la Vega Baja, objeto de concurso público convocado por la Consejería de Sanidad. La corporación presiona a Adeslas, actual socio tecnológico en el hospital de Alzira, para arrebatarle el control mayoritario de la unión de empresas que explota el centro. Y busca un acuerdo favorable con la aseguradora alemana DKV, interesada en la gestión del futuro hospital de Torrevieja.

La Generalitat estrenó en 1999 un novedoso modelo de gestión privada de la sanidad pública en la comarca de la Ribera. La aseguradora Adeslas, del grupo Aguas de Barcelona, asumió la construcción y la gestión del hospital durante una década con una participación mayoritaria en una unión de empresas que incluía a tres cajas de ahorro y dos constructoras como socios minoritarios. La sociedad ofrece desde entonces la atención especializada a los vecinos de la comarca.

La decisión de la Generalitat de ampliar la gestión privada a la atención primaria ha derivado en un rescate de aquella concesión para convocar un nuevo concurso cuyo objeto es la atención sanitaria integral de los vecinos de La Ribera. Un concurso que se extiende a otra área de salud que coincide con parte del territorio de la Vega Baja.

La constitución de una cartera participativa por parte de las dos grandes cajas de ahorro, Bancaixa y CAM, y la desaparición de la Caixa de Carlet han modificado el equilibrio de fuerzas en la UTE que controlaba el Hospital de La Ribera.

Las cajas sumaron conjuntamente un 45% de la sociedad frente al 51% que detentaba Adeslas, un peso relativo que permite cierto juego político a la propia Generalitat a la hora de diseñar la estrategia de la corporación.

Al menos tres fuentes de la corporación sugieren que las relaciones con la aseguradora se han deteriorado porque "Adeslas ha capitalizado en solitario el reconocimiento público a los procedimientos clínicos desarrollados en el hospital de La Ribera por un equipo técnico de la aseguradora, funcionarios y personal contratado"; "las compras del hospital se canalizan exclusivamente a través de la central de compras de Adeslas, al punto de que el hospital de La Ribera copa el 60% de las ventas de la central"; o, "Adeslas asume todo el negocio inducido por el hospital salvo la gestión del aparcamiento".

Los elogios a la gestión de la aseguradora se han tornado en comentarios sobre la "agresividad" o "deslealtad" de Adeslas hacia el resto de integrantes de la UTE, un cambio que oculta el interés de la corporación por asumir el control de la sociedad de acuerdo con la Generalitat. Las posibilidades van desde una ligera modificación de la presencia relativa en la UTE hasta una revisión de los protocolos para la toma de decisiones que otorgue mayor peso a las cajas, según coinciden en señalar dos fuentes de la corporación y otra vinculada al hospital de Alzira.

La corporación ha llegado a plantearse la posibilidad de optar al concurso al margen de Adeslas desde la convicción de que los procedimientos clínicos desarrollados en el hospital de Alzira son fruto de la gestión del centro, no una aportación exclusiva de Adeslas, según confirman dos fuentes de la corporación. Sin embargo, tal posibilidad se ha descartado. "Para gestionar un hospital necesitas expertos", afirma un portavoz de Bancaixa. "No se ha trabajado en esa dirección", apunta una fuente de la corporación.

Un portavoz de Adeslas, entretanto, se limita a expresar "extrañeza" ante el cúmulo de informaciones relativas a las relaciones entre la aseguradora y las cajas de ahorro.

La misma sorpresa expresaron tres responsables de la aseguradora DKV, filial del primer grupo europeo de seguros de salud, que convocaron ayer a un grupo de periodistas en Valencia para presentar su opción a la gestión integral de los servicios de salud en el área de la Vega Baja.

Los ejecutivos de DKV calificaron como "valiente" el modelo sanitario que impulsa la Generalitat Valenciana, admitieron contactos con las cajas de ahorro desde que se convocó el concurso para estudiar la posibilidad de establecer alianzas, pero remitieron al próximo día 22 - fecha en que se cierra el plazo de presentación de plicas- para anunciar cualquier tipo de compromiso con socios valencianos.

DKV mostró interés por la gestión durante 15 años del futuro hospital de Torrevieja, un centro de nueva planta en una zona donde la población extranjera -"nuestros asegurados"- crece progresivamente. Los representantes de la empresa insistieron en su vocación de "aportar" su experiencia para convertir el nuevo centro en un escaparate de su modelo sanitario.

El Gobierno de Portugal, que impulsa un modelo sanitario inspirado en las apuestas de la Generelitat y quiere extenderlo a diez hospitales de forma inminente y hasta una treintena en los próximos años, sería el primer destinatario de ese escaparate, según los ejecutivos de DKV.

Y, tal vez, de los últimos movimientos de las cajas valencianas.