25 escáneres para revisar el equipaje permanecen inutilizados en el vestíbulo del aeropuerto de Málaga
Aena atribuye a un cambio de planes el retraso en la adopción de las normas de seguridad
El aeropuerto de Málaga, tercero en el tránsito de pasajeros en la Península, no estará en condiciones de cumplir la normativa europea de seguridad hasta finales de año, pese a que el plazo de adaptación cumplió el 31 de diciembre de 2002. El reglamento 2320/2002 de la UE obliga a la inspección del 100% del equipaje que se factura. Las 25 máquinas de Rayos X asignadas a Málaga llevan semanas instaladas en el vestíbulo de salidas, pero la contratación del personal para manejarlas se ha congelado, según Aena, por "motivos de planificación". La dilación ha causado malestar en el aeropuerto.
Hasta ahora, según datos de Aena, en Málaga se inspecciona sólamente el 25% del equipaje que viaja en la bodega de los aviones. El Ministerio de Fomento anunció hace dos meses que Málaga sería uno de los 14 primeros aeropuertos en los que se implantaría la inspección del 100% del equipaje facturado, pero finalmente no ha sido así.
Sin embargo, 25 máquinas de Rayos X permanecían ayer instaladas en el vestíbulo de salidas de la terminal Pablo Ruiz Picasso, y fuentes sindicales aseguraron que la contratación del personal para manejarlas, vigilantes jurados de la empresa Seguritas, "se congeló cuando los trabajadores ya habían dejado sus anteriores empleos y tenían hasta los uniformes".
La portavoz de Aena en el aeropuerto malagueño explicó ayer que el retraso en la adaptación a la normativa europea se debía a un "cambio de planes". "En principio se dispuso que los escáneres se instalaran en el vestíbulo de salidas, pero eso supondría una molestia para los pasajeros, que se verían obligados a pasar ellos mismos las maletas. Por eso se ha decidido instalar las máquinas en unas dependencias del interior del aeropuerto, para que la revisión se lleve a cabo después de la facturación", detalló.
Compañías insatisfechas
Las compañías aéreas que operan en Málaga no están satisfechas con el cambio de ubicación. "Cuando en su día la dirección del aeropuerto propuso la implantación de escáneres, mantuvimos una serie de reuniones técnicas y concluimos que lo mejor era escanear las maletas antes de facturar, de modo que si surgía algún problema, se impidiese la facturación. El aeropuerto compró las máquinas y el día 30 de diciembre se hizo un simulacro con resultados satisfactorios. Pero entonces llegó una circular de Madrid comunicando la modificación de la normativa y la decisión de que el examen del equipaje se realizara en el patio de carrillos", cuenta Ismael Cuartero, del Comité Operativo de Líneas Aéreas (AOC).
El cambio de ubicación obligará a realizar algunas obras en el aeropuerto, lo que supone un retraso en la implantación de la normativa de seguridad. "El compromiso de Aena es que para abril se esté escaneando el 50% del equipaje, y para el final del año, la totalidad. Eso no nos parece preocupante por ahora, pero seguimos pensando que escanear en el patio de carrillos genera congestión, y para el viajero la demora es tan incómoda antes de la facturación como después, porque el pasajero tiene que viajar con su equipaje", subraya Cuartero.
Actualmente, en el aeropuerto de Málaga existen tres máquinas de Rayos X operativas para la inspección del equipaje de bodega. Están ubicadas en el patio de carrillos, y normalmente sólo dos permanecen encendidas. Esto se debe a que hasta la fecha el equipaje sólo se inspecciona a petición de las compañías. Algunas, como la British Airways, solicitan la inspección de la totalidad del equipaje que viaja en sus bodegas, pero otras sólo lo solicitan cuando detectan algún bulto sospechoso. Salvo Málaga, todos los aeropuertos andaluces están adaptados a la normativa europea. Entre los pendientes figuran Madrid, Barcelona o Palma de Mallorca.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.