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Reportaje:

Mickey desembarca en China

Disney construye un parque en Hong Kong en 126 hectáreas ganadas al mar

Los dos estaban allí. Por Hong Kong, el líder del Gobierno, Tung Chee-hwa. Por Walt Disney Co., su presidente y consejero delegado, Michael Eisner. El motivo: el inicio de la construcción del parque temático que la multinacional del ocio estadounidense va a levantar en la antigua colonia británica. Será el quinto del grupo en todo el mundo. Es Hong Kong Disneyland. Un proyecto que se prevé esté concluido en 2005 o 2006 y que se calcula atraerá a 5,6 millones de visitantes al año, un tercio de ellos del continente.

Hubo la tradicional danza del dragón y el desfile de personajes de Disney. Y declaraciones que sonaron a deseos. "La economía del mundo puede estar atravesando tiempos de desafío, pero las perspectivas para este parque y para la economía parecen muy buenas", dijo Eisner. "Siempre he creído que será un activo fabuloso para Hong Kong", dijo Tung.

El complejo forma parte de un plan para recuperar la maltrecha economía de la ex colonia
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Penny's Bay. En esta bahía, sobre terreno ganado al mar, la compañía de Pluto y el pato de Donald, de Mickey y el tío Gilito, está edificando su primera instalación en China. Con un objetivo: captar a una clase media que no cesa de crecer en el país más poblado del planeta y mostrarle la fantasía de Walt Disney con características chinas. Porque el complejo, que ocupará 126 hectáreas, estará adaptado a los gustos de los habitantes del denominado Imperio del Centro.

El parque, el tercero de la multinacional fuera de Estados Unidos, tendrá un diseño similar al de Anaheim (California). Incluirá los tradicionales Fantasyland, Adventureland y Tomorrowland. Pero presentará una novedad: The Fantasy Gardens, que contará con un personaje chino, Mulan. El complejo tendrá dos hoteles, tiendas y restaurantes, y estará conectado con el centro de Hong Kong y el cercano aeropuerto por tren y autopista.

"Este histórico día trae consigo el amanecer de una nueva era en el turismo de Hong Kong, y marca también un hito simbólico en la asociación entre Disney y China", dijo Eisner durante el acto, el pasado domingo. Eso espera Tung Chee-hwa. Porque el complejo de atracciones forma parte del plan que tiene en marcha para revitalizar la maltrecha economía de la ex colonia.

El pasado 8 de enero, durante su intervención anual ante el Consejo Legislativo, aseguró que el Gobierno va a lanzar una serie de proyectos relacionados con el turismo, porque "éste es uno de los pocos sectores que han registrado crecimiento durante la actual crisis económica". La Organización Mundial de Turismo asegura que China será el primer destino turístico del mundo y el cuarto emisor de viajeros en 2020.

Ese mismo 8 de enero, Tung anunció que el déficit de Hong Kong ascenderá a finales del actual ejercicio fiscal (31 de marzo) a 70.000 millones de dólares locales (8.600 millones de euros), el 5% del PIB. Y dijo que va a reducir un 10% el número de funcionarios, aumentar los impuestos y bajarse a sí mismo y a su equipo un 10% el sueldo. Cuatro días después ha llegado la ceremonia de Disney.

El proyecto no ha estado exento de polémica desde que fue lanzado en 1999. Sobre el terreno que se asienta, en la isla Lantau, se han encontrado centenares de obuses arrojados al mar hace décadas por las fuerzas británicas. Pescadores y ecologistas dicen que el mordisco al mar ha arruinado el entorno en el que se criaban 40 especies de peces y un importante hábitat de un tipo de delfín en peligro de extinción.

Y no todo el mundo piensa que Hong Kong Disneyland será un éxito económico. El Gobierno local va a invertir 416 millones de dólares estadounidenses por el 47% del parque y otros 2.800 en otros conceptos, como infraestructuras. Walt Disney va a pagar 314 millones por el restante 43%. Además, el parque temático que la también estadounidense Universal va a construir en Shanghai va a suponer una fuerte competencia. La filial del gigante del ocio francés espera ocho millones de visitantes al año y prevé abrir en 2006.

Disney también levantó las protestas el verano pasado en Hong Kong porque estaba negociando construir un segundo parque en China continental. La multinacional del pato Donald calmó las aguas cuando dijo hace un mes que no habrá un Disneyland en el continente antes de 2010. El de Hong Kong será el único del país. Tendrá la información en cantonés, mandarín e inglés y celebrará el festival de Otoño y el Año Nuevo Chino.

Directivos de Disney y autoridades de Hong Kong inician las obras.
Directivos de Disney y autoridades de Hong Kong inician las obras.AP

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