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Entrevista:IGNACIO DEL RÍO | Consejero delegado de la candidatura olímpica Madrid 2012

"Respondemos al modelo pedido"

Madrid se tomó en serio hace dos años su aspiración de ser alguna vez sede olímpica. Tras ceder los testigos a Barcelona, ganadora en 1992 al quinto intento, y a Sevilla, que lleva dos fallos, disputará el próximo martes a la ciudad andaluza la plaza de candidata española a los Juegos de 2012 ante el jurado del Comité Olímpico Español.

Ignacio del Río, de 47 años, segundo teniente de alcalde de Madrid y concejal de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras, es el consejero delegado de la candidatura, primer espada en la práctica, tras la presidencia del alcalde, José María Álvarez del Manzano. Desde que llegó al Ayuntamiento, en 1995, tuvo el objetivo fundamental de cerrar el Plan General de Ordenación Urbana, dentro del cual la aspiración olímpica de Madrid estaba esbozada como una de las grandes operaciones estratégicas y a ella ha dedicado gran atención. Para él, es el momento de Madrid, una gran capital con un proyecto basado en la concentración y la proximidad a los grandes centros de transporte.

"Indudablemente, si mi trabajo político no tiene un refrendo, consideraré que he fracasado"
"No se van a subir los impuestos. Planificamos y aprovechamos instalaciones existentes"

Pregunta. ¿Por qué se ha presentado, al fin, Madrid?

Respuesta. Porque en esta ciudad había una necesidad de luchar por el deporte de alta competición, abandonado durante una serie de años. Y hace dos se tomó la decisión de luchar por una candidatura olímpica, que ya estaba incluida en firme en el plan general de la ciudad desde 1997. Había, pues, una pequeña llama que se ha avivado.

P. ¿Por qué tan tarde?

R. Porque primero se adelantó Barcelona, después Sevilla y luego se esperó. Madrid respetó en un primer momento la decisión de Barcelona. Hay un precedente histórico, cuando en 1968 va a Roma una candidatura conjunta Madrid-Barcelona para los Juegos que se fueron a Múnich. Pero con poca convicción. Posteriormente, el proyecto de Barcelona empezó a tomar cuerpo y Madrid no interfirió. Y luego empezó Sevilla, y tampoco Madrid planteó entonces una voluntad olímpica. Lo que ha pasado políticamente en la ciudad es que se volcó en otros proyectos. Como capital del Estado, en ser un centro político y financiero y no del deporte. Cuando ha cubierto sus expectativas y se ha normalizado con la democracia la capital administrativa, la ciudad ha podido ya plantear objetivos más próximos a lo que es una sociedad civil. Una ciudad en el mundo necesita expresarse, como hacen todas en esa especie de marketing urbano particular, y el deporte es la mejor manera de mostrarla. Por tanto, Madrid, dentro de la transformación en infraestructuras y en renovación de sus grandes espacios culturales, también necesita explicarse y por eso he puesto el proyecto en marcha.

P. Pero usted no va a estar en las listas de su partido, el PP, en las próximas elecciones municipales y autonómicas...

R. No. Primero, porque tenemos muy poco tiempo para trabajar en la candidatura. Dentro de un año vamos a ser evaluados por el Comité Olímpico Internacional. En este año mi dedicación fundamental debe ser la candidatura olímpica. Además, es perjudicial que una persona que va a llevarla adelante, que requiere unos altos grados de acuerdo y de consenso entre todos los grupos políticos, esté metido en la lista electoral. En un cargo como el mío, con la importancia que tiene ser concejal de Urbanismo en una ciudad, lógicamente tendría que entrar con toda rotundidad en la campaña electoral. El no estar me dará más libertad para dedicarme a la candidatura y presentar en estos próximos meses un proyecto aún más cerrado ante el COI. Y también lo he hecho desde la perspectiva personal de que los mandatos de ocho años son los suficientes para estar en política.

P. Parece dar por supuesto que va a ganar.

R. No, pero creo que Madrid tiene muchas posibilidades. Y no sólo frente al COE, sino en la carrera frente a las demás ciudades. Madrid tiene todas las condiciones objetivas para ser una ciudad olímpica. Responde al modelo de lo que se requiere para ello. En infraestructuras, en accesos con un aeropuerto internacional, en alojamientos, transporte público... Tenemos una baza fundamental: somos un lugar en el que los Juegos pueden celebrarse con las condiciones razonables, logísticas y de seguridad y, al mismo tiempo, sin que se produzcan incomodidades para ningún país por estar en Madrid. Las circunstancias del momento de la política internacional favorecen este proceso y el de transformación de la ciudad, de su red de alta velocidad, del país. Todo ello genera una opción sólida Madrid-España a los Juegos. Hemos hecho un proyecto muy sólido, muy cerrado, y me parecería poco serio embarcar a la ciudad en algo que no tuviera continuidad. Estamos diciendo a la ciudad que es posible llevar a cabo una carrera olímpica y ser un centro del deporte internacional, tanto en instalaciones como en competiciones. Pero desde el punto de vista personal sí he hecho una apuesta por la candidatura. Indudablemente, si mi trabajo político no tiene un refrendo, consideraré que he fracasado.

P. ¿Qué ventajas tiene Madrid sobre Sevilla?

R. Las ventajas de las ciudades no existen. Cada una tiene unas ventajas sobre otras. Sevilla tiene un gran río, el Guadalquivir, y mejor clima en invierno que Madrid. El problema es qué ciudad responde al modelo olímpico que hoy se quiere establecer dentro de los Juegos. Y Madrid responde, y es lo que a mí me compete.

P. ¿Cómo valora el pacto-retirada de Sevilla de hace un año?

R. Fue una opción que se barajó, que presentó Sevilla y que fracasó. Hay que pensar que ha sido nada más que una circunstancia en el camino. Yo no he pedido a Sevilla que se retire, lo que sí he pensado es que ambas candidaturas estamos haciendo un esfuerzo muy importante y que supone un desgaste, un esfuerzo largo y continuado en el tiempo, y no podemos trabajar internacionalmente porque no está resuelto el tema nacional. Ya sólo tenemos un año. Por eso habría sido mejor que este tema se hubiera resuelto con algunos meses de anticipación.

P. ¿Cuáles son los puntos débiles de la candidatura?

R. Las pocas competiciones internacionales. Pero hemos pedido apoyo a las federaciones y con ello se está demostrando que es posible traerlas a Madrid y organizarlas con éxito. Cuando se ha dicho que carecemos de experiencia, hemos dicho que tenemos una acreditada experiencia en la logística de grandes convenciones internacionales, pero que también queremos organizar competiciones y, cuando lo hemos hecho, hemos demostrado capacidad para celebrarlas y llenar los estadios. Esa nota baja que nos ponían ya está superada.

P. ¿Qué le falta?

R. Algunas instalaciones, pero que se harán en su tiempo. El esfuerzo fundamental al que debemos dedicarnos, si tenemos el apoyo del COE, es dar a conocer internacionalmente nuestro proyecto con el apoyo de las distintas federaciones nacionales.

P. Madrid tiene apoyo político y económico. ¿También popular?

R. Sí. Hay un alto grado, un 85% de la ciudadanía. Pero ése es un dato frío. Lo que al final vale es que la gente se ha creído la candidatura, que es posible, y ésa percepción la tengo.

P. Se les acusa de gastar mucho dinero, como en el Masters Series de tenis.

R. Creo que hemos utilizado bien el dinero. Hemos hecho las cosas en que hemos creído y que hemos podido. El Masters es un compromiso anual para el Ayuntamiento de 1,5 millones de dólares, ahora menos en euros, pero con lo que cuestan torneos así y su éxito de público es rentable.

P. ¿Le puede acabar costando dinero al ciudadano la candidatura?

R. No se van a subir los impuestos. Estamos haciendo trabajos suficientemente planificados y aprovechando instalaciones ya existentes para que eso no suceda. Otra cosa es que es importante recuperar espacios que antes estaban abandonados. Tenemos que seguir haciendo deberes para la ciudad, tengamos o no la candidatura.

Del Río, ante la nueva maqueta del estadio de <b></b><i>La Peineta,</i> cubierto como el de Múnich, desvelada ayer.
Del Río, ante la nueva maqueta del estadio de La Peineta, cubierto como el de Múnich, desvelada ayer.G. LEJARCEGI

La Peineta de Múnich

La maqueta de lo que será el nuevo estadio de La Peineta, fue la gran novedad ayer en la presentación de la candidatura madrileña. Ignacio del Río incluso pidió al alcalde que al ser ya municipal es el momento de que se cambie su nombre por el de estadio de Madrid.

"Hemos hecho lo que teníamos que hacer", dijo Del Río. "Un proyecto de ampliación, remodelación y mejora, que es moderno, de vanguardia, medioambientalmente ejemplar y, sobre todo, que da una gran imagen de lo que es el deporte de competición. Mi criterio, y así lo diré a partir de junio a quienes gobiernen en Madrid, en el Ayuntamiento y en la Comunidad, es que hay que abordar el proceso de La Peineta. Sin prisa, pero sin pausa, y por tanto el proyecto básico debe convertirse en ejecutivo e iniciar la contratación de obras, que en la propia ampliación está vinculada a dos fases. Una primera que llevaría 52.000 espectadores y una siguiente, ya para los Juegos, que podrá alcanzar los 75.000, totalmente cubierto".

La cubierta completa, la estructura más espectacular y significativa, se ha hecho en colaboración con una empresa de ingeniería alemana, especializada en estructuras tensadas, que estuvo ya en la construcción de la famosa del estadio olímpico de Múnich 72, aunque éste se cubre sólo parcialmente. La futura de La Peineta es una variante de ella, porque a diferencia de otras en forma de voladizos, es como una rueda de bicicleta que se coloca apoyada solamente a compresión sobre la estructura de las gradas. Es de anillos y cables métálicos en el anillo de tracción, así como con otros cables radiales, y una membrana translúcida.

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