Antidroga abrirá este año alojamientos para toxicómanos sin hogar tratados con metadona

La Agencia Antidroga tiene previsto abrir este año una serie de alojamientos, que serán pisos y pequeñas residencias, para los toxicómanos sin hogar que han iniciado tratamientos con metadona. Estos drogodependientes malviven ahora en poblados marginales, donde es muy difícil su rehabilitación. El objetivo es ofrecerles un techo y apoyo social en un espacio alejado de esos guetos. La mayoría de estos adictos han sido captados a través de una unidad móvil que, desde hace seis meses, receta y dispensa metadona en los mismos poblados.

Portavoces de la Agencia Antidroga, de la Comunidad, explican que en su presupuesto de este año hay dinero reservado para este programa de alojamientos. Lo que ahora tienen que definir es cuántos se van a abrir este año y si van a ser pisos, residencias o ambas cosas. En cualquier caso, serán pequeños recintos para poder trabajar mejor y evitar el rechazo vecinal.

Este proyecto nace para completar la tarea de la unidad móvil de la ONG Madrid Positivo, que, desde julio de 2002, acerca los programas de metadona a los toxicómanos más desarraigados, los que malviven en los poblados marginales y son reacios a acudir a la red asistencial.

La clave de este servicio es que receta este sustitutivo opiáceo con rapidez (en 24 horas) y sin que el drogodependiente tenga que acudir antes a un centro de atención a drogodependientes (el reconocimiento médico y los análisis de sangre se realizan en la misma unidad). El vehículo, con médico, enfermero, trabajador social, educador y conductor, recorre cada día los poblados marginales de Las Barranquillas (Vallecas Villa) y La Quinta (Fuencarral) para repartir a los usuarios sus dosis de metadona y ayudarles a normalizar su vida.

Dicha unidad dispensa ahora metadona a 250 adictos, de los cuáles el 40% malvive en la calle. Jorge Gutiérrez, presidente de Madrid Positivo, explica que con el programa de alojamientos previsto para este año se pretende ofrecer una alternativa a esos toxicómanos que se ven obligados a seguir el tratamiento en lugares tan poco adecuados como los poblados.

"Necesitamos un recurso residencial para los toxicómanos que estamos tratando porque no vale con dispensarles metadona si luego se ven obligados a seguir en los poblados porque no tienen adónde ir. A algunos podemos derivarles a casa de sus familiares y otros se cobijan en albergues o en los centros de emergencia para toxicómanos. Pero los albergues a menudo están llenos y, además, no son el mejor lugar para normalizar la vida de una persona", añade Gutiérrez.

Existen también pisos de apoyo a la reinserción para toxicómanos en tratamiento, pero, según fuentes de la Agencia, están diseñados para adictos más rehabilitados que los que capta la unidad móvil. "No es adecuado juntar a gente ya muy reinsertada con otra que lo está menos", apostillan en la Agencia.

Las Barranquillas

El presidente de Madrid Positivo considera que habría que abrir al año de 50 a 100 plazas de alojamiento y apoyo a la inserción para toxicómanos sin hogar en tratamiento con metadona. "Sólo así conseguiríamos una mejora significativa en Las Barranquillas", apostilla.

Se refiere Gutiérrez a la situación tercermundista que se vive en este poblado vallecano -el principal punto de venta de droga de la región-, con centenares de toxicómanos deambulando enfermos y durmiendo en chabolas y tiendas de campaña. Para atajar estos niveles extremos de marginación la Agencia ha ido abriendo en Las Barranquillas una serie de recursos de atención sociosanitaria como la sala de venopunción, el centro de emergencia y el albergue y la unidad móvil de dispensación de metadona. Las plazas de alojamiento previstas serán un paso más.