Gudjohnsen, del Chelsea, revela su ludopatía
El delantero islandés del Chelsea Eidur Gudjohnsen, de 24 años, ha vivido este fin de semana la cara y la cruz de la fama. El sábado marcó uno de los cuatro goles con que su equipo derrotó al Charlton en la liga inglesa. Ayer, reconoció a través del periódico inglés The People su desenfrenada ludopatía. Aburrido porque una lesión le impedía, hasta ahora, jugar con el Chelsea y deprimido porque su novia y sus dos hijos habían regresado a Islandia, Gudjohnsen decidió "matar el tiempo" en los casinos ingleses, en los que perdió 400.000 libras (625.000 euros), su sueldo de cinco meses, en pocas semanas. "Jugando tenía mi mente apartada de todo", dice Gudjohnsen.
El delantero islandés ganó en un solo día más de 150.000 euros, pero la suerte le cambió hasta endeudarse. "Sabía que, si seguía jugando, terminaría perdiéndolo todo. La alegría cuando gané sólo la puedo comparar al subidón de adrenalina al marcar un gol. Me sentí en una nube, era algo mágico, pero era un sentimiento falso. Ganar hizo las cosas peor de lo que ya estaban y me arrastró cada vez más hondo", admite ahora Gudjohnsen, quien afirma haber aprendido la lección: "He visto lo peligroso que es todo esto y quiero ser un ejemplo para los jóvenes, avisarles de lo fácil que es caer en malos hábitos cuando tienes dinero y tiempo en las manos". Gudjohnsen pagó el pasado martes los últimos 62.500 euros que debía, y su agente, Peter Harrison, informó al Chelsea de sus problemas con el juego.
La carrera de Eidur Gudjohnsen ha sido la de un futbolista precoz. Con 13 años fue internacional con la selección sub 16 de Islandia; a los 17 debutó en el PSV Eindhoven, en el que jugaban el belga Luc Nilis y el madridista Ronaldo; y en abril de 1996 fue protagonista de un hecho histórico. Durante el encuentro internacional de Islandia contra Estonia, jugado en Tallin, sustituyó en la segunda parte a su padre, Arnor, de 34 años y también futbolista profesional.
Tras su paso por Holanda, llegó a Inglaterra para jugar en el Bolton Wanderers y en el verano de 2000 fue traspasado al Chelsea por más de seis millones de euros. Su contrato finaliza en 2005. Gudjohnsen, sin embargo, estudia dejar el club -"si hay ofertas, las estudiaré"- y se confiesa curado: "No volveré a pisar nunca un casino".
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