Mucho músculo y poco juego en Huelva
Recreativo de Huelva y Sevilla disputaron ayer un partido de fútbol primario, fabril, de supervivencia. Un vivo reflejo del concepto futbolístico de sus entrenadores, Lucas Alcaraz y Joaquín Caparrós, respectivamente. Ambos, además, se han dado a conocer profesionalmente en el Recre (Caparrós entrenó en Huelva entre 1997 y 2000). Alcaraz, con el empate a cero de ayer, consiguió al menos cerrar momentáneamente el debate abierto durante la última semana sobre su cese.
El Recre, pese a ser colista y estar destinado ir de derrota en derrrota esta temporada, tiene la suerte de su lado, como los campeones. El equipo, casi siempre, ha podido recibir más goles en contra de los que en realidad le han hecho. Ayer, en una jugada clave, en el minuto 23, el sevilista Reyes estrelló el balón en el palo. El partido pudo haber dado un vuelco en la que fue, a la postre, la mejor jugada del Sevilla.
RECREATIVO 0 - SEVILLA 0
Recreativo: Luque; Javi García, Iker Begoña, Loren, Espínola; Gallego (Quique Romero, m. 30) (Xisco, m. 46), Viqueira, Merino, Óscar Arpón (Cubillo, m. 72); Mario Bermejo y Raúl Molina. Sevilla: Notario; Redondo, Javi Navarro, Pablo Alfaro, David; Torrado, Casquero; Gallardo (Antoñito, m. 69), Marcos Vales, Reyes (Moisés, m. 90); y Toedtli (Víctor Salas, m. 85) Árbitro: Mejuto González. Amonestó a Redondo, Iker Begoña, Mario Bermejo y David. 18.000 espectadores en el Nuevo Colombino.
Alfaro auxilia a un rival
El primer tiempo fue de un fútbol de lucha, de músculo, bajo un frío intenso. No hubo más dureza que la que surgía de la desesperación, del encontronazo involuntario. El más perjudicado fue el local Quique Romero, que tropezó en el minuto 44 con el portero rival, Notario, y quedó conmocionado, sin conocimiento y víctima de convulsiones al borde del área. Entonces, Pablo Alfaro presentó su versión más providencial, la de licenciado en Medicina, e intervino rápidamente para evitar el riesgo de que el jugador recreativista se tragara la lengua. La cosa, finalmente, quedó en susto y un fuerte golpe en la mandíbula de Romero.
El Sevilla no se pareció ayer en nada, por ejemplo, al avispado equipo que venció hace un mes 0-3 al Barcelona en el Nou Camp. Fue un conjunto desconfiado y avaro, que en todo momento dio la impresión de conformarse con el punto del empate a cero para coger el autobús y recorrer los 90 kilómetros de vuelta entre Huelva y la capital hispalense. Sólo en los diez primeros minutos de la segunda parte, estiraron los sevillistas las líneas y ofrecieron un asomo de ambición.
El portero local, Luque, volvió a ser clave en su equipo, sobre todo por su seguridad en el uno contra uno. También detuvo algunos disparos envenenados del Sevilla. Como el de Toedtli, en el minuto 54. El empate final deja al Sevilla en su relativamente apacible posición en la tabla. Al Recre, las tablas le permiten mantener su frágil esperanza.
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