La gran bola de nieve
Un gran dispositivo de medios contra la anunciada nevada en la capital se ha pasado tres días al sol
En la Comunidad de Madrid ha nevado esta semana, pero la capital, en cambio, ha disfrutado de tres días de un agradable sol de invierno. La nieve obligó a cerrar Navacerrada, pero la ciudad se ha quedado esperando una gran nevada. La predicción meteorológica del Ministerio de Medio Ambiente nunca dio por seguras las precipitaciones, pero todos los ciudadanos hablaron de su inminente llegada. Las informaciones hicieron pensar a los residentes en Madrid que no podrían salir de sus casas entre los días 7 y 10. Todas las alarmas se dispararon pero al final el mayor despliegue de medios contra el temporal de nieve de la historia en Madrid ha estado tres días tomando el sol.
En la tarde del martes 7 de enero, un aviso llegó a Protección Civil (Ministerio del Interior) desde el Instituto Nacional de Meteorología (Ministerio de Medio Ambiente). Era una comunicación habitual, que se repite a las 10.00 y a las 19.30 todos los días desde que se firmó un acuerdo entre Protección Civil y Meteorología en 1996 para crear el Safema (Sistema de Avisos de Fenómenos Meteorológicos Adversos), formado por técnicos de ambas administraciones.
Se esperaba que en Madrid se cruzara una bolsa de frío del Norte con otra húmeda
Sin embargo, esta vez la comunicación tenía carácter extraordinario: alerta de nieve en casi toda España. Meteorología envía un escrito adicional al parte ordinario e incluso llama por teléfono para confirmarlo. Para la Comunidad de Madrid, rezaba el informe, en altitudes superiores a 1.200 metros, "es probable que durante el día de mañana, miércoles 8, se produzcan nevadas moderadas que alcancen un espesor acumulado de 15 centímetros".
La nota posterior que Protección Civil dio a conocer, basada en esta información, no era tan detallada. Se limitaba a dar por seguro que nevaría en Madrid, en general. El dato no era incierto, pero fue el principio de una bola de nieve informativa.
Para esa noche ya debía estar nevando en media España, según la previsión. En el Ministerio del Interior se celebró una reunión ese martes por la mañana, presidida por la subsecretaria de Interior, María Dolores de Cospedal, con los directores generales de Carreteras (Ministerio de Fomento), Protección Civil y Tráfico (Ministerio del Interior). De aquella reunión salieron unas recomedaciones de la Dirección General de Tráfico: "Ante la situación meteorológica adversa prevista para los próximos días", hay que "informarse adecuadamente de las condiciones meteorológicas y de la situación de la ruta elegida en caso de que sea imprescindible realizar algún desplazamiento; valorar y evitar en la medida de lo posible los desplazamientos por carretera en las zonas afectadas; evite viajar por la noche y por carreteras secundarias".
Además, el director general de Tráfico, Carlos Muñoz Repiso, hizo esa mañana unas declaraciones a la prensa resumiendo estas recomendaciones. Pero, según un portavoz de su departamento, Muñoz Repiso se limitó a decir que, "a la vista de la situación desfavorable, se valorara la necesidad de salir de viaje". Esta frase fue interpretada por muchos ciudadanos como "no salgan a la carretera a menos que sea necesario".
El miércoles por la mañana, la frase "no cojan el coche" estaba en la calle. Las imágenes que llegaban de las nevadas hacían pensar que el jueves Madrid iba a estar colapsado. Ese día, por la mañana, Meteorología informa para la Comunidad de Madrid: "Se espera que durante el día de hoy (...) se produzcan nevadas débiles a moderadas en altitudes superiores a 800 metros. (...) Esta cota irá bajando a lo largo del día, por lo que es probable que a partir de la tarde-noche de hoy se alcance localmente un espesor acumulado de cinco centímetros por debajo de 800 metros". Protección Civil avisaba de nevadas hasta los 300 metros a las delegaciones del Gobierno en 11 comunidades, entre ellas Madrid.
La previsión indicaba un 40% de probabilidad de nieve en la capital. Pero, en caso de acertar, el tráfico del jueves día 9 iba a ser un infierno. Como indicaba un portavoz de Protección Civil, "dos centímetros de nieve en España son siempre un problema. Con que un camión resbale en una incorporación de la nacional VI a la altura de Villalba y se quede cruzado en la carretera, por ejemplo, ya se ha formado un problema gigantesco. La alarma que se transmitió a los ciudadanos estaba perfectamente justificada".
El fax de las 19.30 del Instituto de Meteorología para Protección Civil insistía para el viernes día 10: "Nevadas débiles a moderadas en altitudes superiores a 800 metros. (...) Esta cota irá bajando a lo largo del día, por lo que es probable que a partir de la noche de hoy [jueves] se alcance localmente un espesor acumulado de cinco centímetros por debajo de 800 metros".
El viernes por la mañana España amaneció con 34 puertos de montaña cerrados y 75 en los que la Guardia Civil exigía cadenas. Había nevado en Murcia, en el desierto de Almería, en Huelva, hasta en zonas de Badajoz... La Dirección General de Carreteras movilizó a 2.300 personas para "garantizar la vialidad". Además, trabajaban a destajo contra la nieve 543 máquinas y 238 depósitos de sustancias fundentes con 40.876 toneladas. Madrid es la comunidad con más máquinas quitanieves preparadas de toda España: 56.
Pero en el centro de Madrid lucía un sol de invierno que derretía la escarcha de los coches. Los charcos helados indicaban que ha bía hecho frío, 1º de temperatura mínima y 8º de máxima. Pero, por tercer día consecutivo, no había nevado. Y, también por tercer día, los madrileños se habían levantado con imágenes de nevadas y recomendaciones de tráfico.
"En Madrid siempre se peca de centralismo", indica un portavoz de Protección Civil. "El jueves y el viernes nevó en 15 comunidades autónomas. En Madrid nevó en Las Matas y en Tres Cantos". A efectos del dispositivo especial de tráfico, "da igual que no nevara en Chamberí". Gracias al gigantesco dispositivo, el viernes ninguna carretera de la red principal registró incidencias por el temporal.
El tono de las advertencias, según la Dirección General de Tráfico, ha sido positivo para que la gente haya respetado escrupulosamente la labor de la Guardia Civil en la carretera. "La gente se ha tomado con mejor humor de lo habitual los cortes en las carreteras y las restricciones al tráfico, porque sabían que la situación era muy peligrosa", explica un portavoz. Por primera vez "la gente no se lo tomaba mal cuando les obligaban a parar".
¿Por qué no nevó en Madrid? El jefe del área de predicción del Instituto Nacional de Meteorología, Ángel Rivera, explicó el viernes que la borrasca que debía cubrir Madrid se formó un poco más al sur de lo previsto. El aire frío del Norte debía cruzarse con una bolsa de aire húmedo sobre la capital. Pero el choque, y por tanto la borrasca, se produjo en Toledo, y se multiplicó hasta Murcia y Levante.
El Ayuntamiento de Madrid había movilizado a 4.200 personas para la limpieza, 250 quitanieves "de última generación" y 5.000 toneladas de sal, el mayor despliegue de su historia.
El viernes a mediodía el alcalde, José María Álvarez del Manzano, se hacía eco de la sensación de chasco que se palpaba en la ciudad: "Tenemos los equipos en alerta, por si acaso la climatología coincide con las previsiones". "No somos responsables de que no haya nevado", dijo, "pero todavía hay oportunidad de hacerlo". Toda previsión es poca, pero otra vez será.
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