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Día de nervios y sorpresas en la Torre de Azca

Íñigo de Barrón

Fue un día de nervios y sorpresas en la torre madrileña de Azca, donde se encuentran los servicios centrales del BBVA, que ya comenzaron en la noche del miércoles. A primera hora de la mañana se convocó con la máxima urgencia a los 16 consejeros del banco, a una reunión que se inició a las cinco de la tarde y duró hora y media. Asistieron todos los consejeros menos Richard C. Breeden, ex presidente de la SEC, que reside en Estados Unidos y fue informado posteriormente. El único punto del orden del día era la reforma de la estructura directiva, que explicaron Francisco González y José Ignacio Goirigolzarri. Para la mayor parte de los consejeros, que no esperaban reunirse hasta el 29 de enero, fue "una sorpresa total", tanto el tema como la convocatoria.

Tanto González y Goirigolzarri explicaron al consejo que la reorganización forma parte de un proceso iniciado en la junta de accionistas de marzo pasado, en la que se sentaron las bases de una nueva aproximación al negocio. La "sorpresiva" reestructuración se ha presentado un mes y medio antes de la próxima junta, que se celebrará el 1 de marzo en Bilbao.

Explicaciones

La importancia que se dio a la medida que se fraguaba en la tarde-noche del miércoles en la sede madrileña del banco fue considerada internamente de tanta relevancia que ni los servicios de comunicación ni los directivos quisieron contestar las llamadas telefónicas. Las intenciones de Francisco González llegaron a conocimiento de los directores generales entre la noche de ese día y la misma mañana de ayer. Alguno de los afectados, además de no esperarse la prejubilación, manifestó en privado su maslestar por la decisión adoptada.

Desde primera hora de la mañana, los ejecutivos de segundo escalón fueron desfilando por los despachos para conocer su nuevo cometido. Tras el consejo, a partir de las siete de la tarde, el presidente y el consejero delegado reunieron a los casi 200 ejecutivos para explicar las razones del cambio. En opinión de alguno de los asistentes, "González ha hecho patente que manda y la sintonía con Goirigolzarri pareció absoluta".

Entre los altos cargos que abandonan el BBVA, además de los cuatro directores generales, está Alfonso Basagoiti, responsable de Relaciones Institucionales. Basagoiti seguirá como presidente de Gamesa y de Corporación IBV. También deja el banco un hombre muy cercano a González, Ignacio Moreno, responsable del área de presidencia, que ha sido fichado por una empresa no financiera.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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