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La mujer que causó una explosión en Málaga tenía dos órdenes de desalojo

La inquilina evitó otro desahucio en 2001 porque pagó atrasos

La mujer que el martes provocó una explosión para evitar su desahucio -siniestro que se saldó con dos muertos y ocho heridos- tenía dos órdenes de desalojo del inmueble que alquilaba desde hacía unos cinco años en Málaga. En el año 2001, ya se había dispuesto otro desahucio, pero logró frenarlo con el pago de los atrasos de alquiler. El Ayuntamiento inició ayer la reparación de los cinco bloques siniestrados.

Sopre Ana Moreira -quien falleció en la deflagración- pesaban dos órdenes de desalojo: la que se iba a ejecutar el martes, por expiración del contrato, y otra que se le tenía que notificar en los próximos días, por impago del alquiler. Las fuentes judiciales no cuantificaron la deuda, pero matizaron que con anterioridad a estos dos expedientes -cuya tramitación se inició en junio de 2002- ya se había decretato otro desahucio. A finales de 2001, un juzgado dispuso su lanzamiento por impago, desalojo que paralizó con el pago de los atrasos.

El desahucio que debía haberse ejecutado el martes se le notificó el 26 de noviembre. El juzgado le concedió 30 días para marcharse, pero el plazo se amplió hasta el 8 de enero. El 20 de diciembre, la administración judicial requirió a la policía nacional para que el día del lanzamiento, sobre las 9.30, enviara a un par de efectivos. El martes a esa hora se personaron en el domicilio dos funcionarios judiciales, el abogado del dueño del inmueble y la procuradora, pero allí no apareció ningún agente. Ante el fuerte olor a gas que salía de la vivienda, los propios funcionarios comenzaron a desalojar el edificio, mientras el letrado y la procuradora avisaban a la policía y los bomberos.

Un agente judicial comentó ayer que la mujer no contestó a la petición de los bomberos de que abriera la puerta y, al contrario, bloqueó la cerradura desde dentro. Segundos después, cuando forzaron la entrada, fue cuando la inquilina causó la explosión. La deflagración provocó su fallecimiento instantáneo e hirió de muerte a Atilio García, un peatón al que le cayó encima el balcón de la vivienda. García fue enterrado ayer en el cementerio malagueño. Otros cuatro heridos permanecen hospitalizados, pero no se teme por sus vidas.

De las 40 familias desalojadas, todas han vuelto a sus casas salvo las de los pisos superior e inferior. El Ayuntamiento ha iniciado la reparación y estima que a excepción de esas dos casas, donde los arreglos tardarán dos meses; en el resto, las ventanas estarán colocadas antes del fin de semana.

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