Marx y Engels (con perdón)
Fueron ellos los que definieron la "crisis en el modo de producción del capitalismo", tras llegar a su estadio superior, el imperialismo, herido por sus propias contradicciones. Veo a Bush contando su nuevo plan económico: ahora sale siempre con un fondo de escritura de frases, consignas, consejos, órdenes: el estadio superior de la propaganda.
Si la lógica persiste, hay que creer lo contrario de lo que dicen estas frases y se tienen más posibilidades de acertar, como lo demuestra la historia reciente, y quizá la más lejana. Se trataría, por tanto, de reducir más la condición del trabajo al esclavismo y la de favorecer al capital. En torno a ese imperio y a quienes siguen sus frases escritas en la pared se ve un cierto desmoronamiento del sistema.
Por estar aquí, se ve el año en que ha aumentado el paro y ha aumentado la inflación: es decir, en que se ha perjudicado notablemente el nivel de vida del ciudadano medio: al que, como siempre en casos en que se le ve perturbado, se coloca en dos situaciones crónicas: la guerra va a estallar de un momento a otro (¡con qué silencio hemos seguido las peripecias de una fragata española en Asia! ¿Cuántas habrá, qué operaciones se habrán hecho, cuántos infantes -e infantas -tendremos comprometidos sin saberlo? Y no lo queremos saber: viva la Pascua Militar); con la inconsistencia propia de un Gobierno sin filosofía pero con propaganda, se dice que "peor están en Alemania": y eso es más grave porque Alemania también somos nosotros.
En esas contradicciones ha caído Argentina, puede caer de un momento a otro Brasil (¡han tenido que acudir a una izquierda sindical!), un empresario va arrasando Italia, los refugiados invaden los países donde se come.
Yo estoy libre del viejo optimismo del partido (por antonomasia); sus militantes y sus viejos jefes y teóricos me acusaban de pesimismo (léase a Claudín) y, sin embargo, mis previsiones no eran ni la mitad de malas de lo que les fue ocurriendo después, personalmente y como institución o idea mundial.
Con esta vieja libertad, me temo que la caída del capitalismo por sus propias contradicciones va a tardar mucho y recuerdo que, de momento, lo que ha caído hasta la muerte es el comunismo, el tercermundismo: y que al pobre -por utilizar una palabra sensible- se le está exterminando.
Quizá sea ésa la mayor contradicción del capitalismo en su fase superior, la globalización imperialista; pero es una contradicción que, la verdad, llevan con muy buen ánimo. Como lo temí.
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