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Más de 50.000 octogenarios viven solos en la capital

El servicio de teleasistencia de Madrid llega únicamente a 13.000 mayores de 65 años

El Ayuntamiento y el Gobierno regional acordaron ayer elaborar un plan de choque, titulado Madrid acompaña, para atender mejor a los 132.595 mayores de 64 años que viven solos en la capital, en especial a los 50.000 que han superado ya los 80 años. El plan consiste en dotar de servicio de teleasistencia, es decir, de un medallón que, en caso de emergencia, se puede pulsar para contactar con una centralita, a otros 45.000 ancianos entre 2003 y 2005. También se prevé contratar a 44 trabajadores sociales que acudan a los domicilios de los mayores para conocer sus necesidades. En 2002 fueron 69 los ancianos hallados muertos en soledad en sus hogares. El objetivo del plan es impedir que aumente esa macabra lista.

Sólo 13.000 mayores disponen ahora de teleasistencia en la capital, según fuentes municipales. El objetivo del programa presentado ayer es ampliar el servicio a otros 45.000 ancianos en tres años, con lo que, para finales de 2005 contarían con telealarma un 44% de los mayores solos y un 80% de los que son ya octogenarios.

La teleasistencia, pese a su utilidad, no ha acabado de cuajar entre los mayores. Prueba de ellos es que, según datos del Ayuntamiento, el año pasado sólo se instalaron 13.000 telealarmas, pese a existir presupuesto para 17.500. La demanda suele ser inferior a la oferta, algo inaudito en los servicios sociales. Por eso, el primer paso del nuevo plan será vencer las reticencias de los ancianos a solicitar esta ayuda. Para ello está previsto escribir a los 132.595 mayores que viven solos para informarles de este dispositivo.

Una de las cuestiones que más retrae a los jubilados es que deben dejar una copia de las llaves de su casa a la empresa que gestiona el servicio para entrar a ella en caso de emergencia. Portavoces de la Consejería de Servicios Sociales explican que esta exigencia se va a flexibilizar de forma que puedan dejar las llaves en casa de algún vecino o familiar de confianza.

Seguimiento diario

También se va a incrementar el seguimiento diario de cada anciano a través de los operadores de teleasistencia. Se pretende que no sólo reciban llamadas, sino que también ellos se pongan en contacto con el mayor para ver cómo está (algo que ahora ya se hace, pero que se pretende reforzar). El servicio será gratuito para los mayores de 80 años, y el resto pagarán cantidades simbólicas.

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A partir del envío de las cartas informativas, se instalará la telealarma a los ancianos que lo soliciten, pudiendo realizarse el trámite por teléfono. Además, los 44 trabajadores sociales que se van a contratar para este programa (20 este año; 14 en 2004 y 10 más en 2005) visitarán a aquellos ancianos que nunca hayan recurrido a los servicios sociales para conocer en qué condiciones viven. Lo que se pretende es llegar a aquellos mayores que nunca piden ayuda y que soportan situaciones de penuria y aislamiento.

"Partimos de un supuesto claro, y es que la solidaridad hay que ejercerla con profesionalidad. No es un concepto caritativo, sino profesionalizado y de atención", explicó ayer Ruiz-Gallardón en la firma del convenio con el Ayuntamiento.

Este programa costará 9,6 millones de euros. El 65% lo aportará la Comunidad, y el resto, el Consistorio. Para este año ambas instituciones han comprometido ya 3,5 millones de euros, por lo que, sea cual sea el resultado de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, ese dinero está ya reservado.

Sin embargo, Ángel Lara, concejal de IU, califica el acuerdo de "electoralista". "El PP tiene que salir al paso de la alarma social que generan los ancianos que mueren solos y desatendidos. También han diseñado y formado otros planes que luego no han cumplido", afirma.

Por otra parte, el Consistorio ha cedido al Gobierno regional tres parcelas para construir otras tantas residencias de mayores, cada una con 180 camas y un centro de día, en el barrio de Sanchinarro (Hortaleza), en el Camino Alto de San Isidro (Carabanchel) y en San Fermín (Usera). Estos tres geriátricos forman parte de los 39 (7.020 camas) que la Comunidad quiere poner en marcha en esta legislatura. Todos serán construidos por empresas privadas en suelo público y gestionados por ellas durante medio siglo. El 67% de las plazas se destinará a ancianos que puedan pagar precios de mercado, y el 33% será subvencionado por la Comunidad para que puedan acceder a ellas mayores de bajos ingresos.

69 muertes en soledad

María de la Cruz Vargas Monje, de 75 años, fue hallada muerta en su domicilio de Moncloa el pasado 27 de diciembre. María de la Cruz siempre había estado sola y sus vecinos nunca la vieron con familiar alguno. La fallecida carecía de calefacción, agua caliente y teléfono en su domicilio. Otros ancianos que viven en soledad en la ciudad tuvieron más suerte y lograron salvar su vida gracias a la alerta de algún vecino. El año pasado, 69 ancianos murieron en soledad en la capital. María de la Cruz fue la última víctima. En todo 2001 fallecieron en iguales circunstancias 76 mayores de 65 años. La mayoría de las muertes del año pasado se produjo en los distritos de Centro y de Chamberí, seguidos por Arganzuela, Carabanchel y Ciudad Lineal. La mayoría de los muertos tenían entre 65 y 75 años. De las personas fallecidas, más del 23% recibía algún tipo de atención por parte de los servicios sociales. Las prestaciones recibidas han sido, según los casos, Servicio de Atención a Domicilio, teleasistencia, ayuda económica, solicitud de Centro de Día o de ingreso en una residencia temporal. El servicio de teleasistencia está restringido a los ancianos que no tienen sus capacidades mentales, orales o auditivas mermadas. A estas personas, el Ayuntamiento les puede atender de otra forma. Existen los programas de ayuda a domicilio, que proporcionan apoyo y cuidado personal y doméstico a los ancianos. Los trabajadores sociales acuden a sus viviendas a asearlos, a limpiar la casa, a prepararles la comida..., pero nunca permanecen con ellos las 24 horas.Ante esta situación, el defensor del Pueblo, Enrique Múgica, abrió una investigación el pasado mes de agosto para averiguar la situación en la que vive el colectivo de ancianos en la capital y si los servicios sociales del Ayuntamiento y del Gobierno regional le prestan la atención suficiente.Múgica abrió la investigación a instancias del grupo municipal de IU, que presentó ante el Defensor del Pueblo un escrito en el que afirmaba que el 35% de los mayores de la capital tiene un estado de salud malo o regular. El 22% carece de calefacción en su casa, un 2,3% de agua caliente, y el 15% no cuenta con teléfono. Además, según IU, cerca de 100.000 mayores de la ciudad tienen ingresos mensuales por debajo del umbral de la pobreza (unos 300 euros al mes) y unos 4.000 ancianos viven en la pobreza severa.

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