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Los funcionarios alemanes amenazan con ir a la huelga por el aumento salarial

Cerca de tres millones de funcionarios alemanes podrían ir a la huelga las próximas semanas tras fracasar el intento de acuerdo entre el Estado federal, los länder (Estados federados) y los ayuntamientos con el sindicato Verdi (unión sindical del sector servicios, creada en 2001 tras la integración de cinco sindicatos), que exige un incremento salarial de al menos un 3%. La última ronda de negociaciones entre ambas partes está prevista para mañana. De convocarse la huelga, sería la primera desde 1992.

La convocatoria parecía probable ayer después de que los empleadores rechazaran la propuesta de mediación elaborada en largas negociaciones por dos respetados políticos socialdemócratas, Hans Koschnik y Hinrich Lehmann-Grube: un primer aumento salarial del 2,4%, retroactivo a partir del 1 de enero de 2003, y un segundo, del 0,6%, desde el 1 de enero del 2004, más una paga única sobre el 7,5% de los salarios y un cronograma para igualar los sueldos entre el oeste y el este del país hasta el 31 de diciembre de 2007.

De una propuesta "demasiado cercana" a la posición sindical habló el ministro del Interior, Otto Schily, al afirmar que estos incrementos costarían al conjunto del Estado alemán 11.900 millones de euros adicionales. A la hora de hacer este cálculo, incluyó no sólo a los tres millones de empleados públicos en ristra, sino también a cerca de dos millones de funcionarios, cuyas retribuciones suelen modificarse de acuerdo a lo fijado en este convenio. También los salarios de otros tres millones de personas que trabajan en instituciones privadas y organizaciones no gubernamentales se rigen por lo que ganan los empleados públicos.

Ese gasto sería una pesada carga para unas administraciones que el año pasado acumularon un déficit entre 77.000 y 82.000 millones de euros (3,75% del PIB, muy por encima de lo previsto en el Pacto de Estabilidad). Sobre todo los ayuntamientos, algunos al borde de la suspensión de pagos, en las últimas semanas han alertado que un fuerte aumento salarial los forzaría a efectuar despidos. Durante las negociaciones, los empleadores habían ofrecido un incremento salarial del 2,2%, en la primera fase, y del 0,6%, en la segunda. Aumento que debe ser compensado con la ampliación de jornada. Verdi sostiene que todo incremento salarial por debajo del 3% colocaría en desventaja a sus miembros frente a todos los demás trabajadores cubiertos por convenio en Alemania.

Los mediadores Hans Koschnick y Hinrich Lehmann-Grube.
Los mediadores Hans Koschnick y Hinrich Lehmann-Grube.ASSOCIATED PRESS

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