"Cuando vi a Mortadelo y Filemón en la pantalla dije: 'Son ellos'"

"Al hablarme de la posibilidad de adaptar Mortadelo y Filemón al cine con personajes reales se me puso el alma en vilo", dice Francisco Ibáñez (Barcelona, 1936) ante el estreno de La gran aventura de Mortadelo y Filemón, de Javier Fesser, previsto para el 7 de febrero próximo.

No era para menos dada su experiencia con la adaptación televisiva de su personaje el botones Sacarino que en diciembre de 2000 emitió La Primera. "Era de juzgado de guardia", dice Ibáñez, que hizo un cameo en el primer capítulo. "Al ver los decorados, mi primera impresión fue buena, pero cuando me dijeron que improvisara mi propio papel, vi que aquello no funcionaría bien".

Efectivamente, a finales de enero de 2001 la televisión pública retiraba la serie de la programación. Tampoco las versiones de Mortadelo y Filemón a los dibujos animados han sido demasiado de su agrado: "Hace muchos años los Estudios Vara realizaron unas adaptaciones de las cuales tenía que ser supervisor. Nunca me llamaron para nada. Cuando fui al cine a verla, me hundí en el asiento". Tampoco la última adaptación animada para la televisión ha sido demasiado de su agrado. "Si una era mala, la otra era peor", señala.

"Si la película va bien, miel sobre hojuelas, pero eso no variará mi manera de trabajar"

Mortadelo y Filemón cumplen este mes 45 años desde su primera publicación

Tras tanta decepción, ahora se encuentra satisfecho tras el visionado que hizo de las primeras escenas de la película que ha dirigido Javier Fesser y que está interpretada por Pepe Viyuela en el papel de Filemón y Benito Pocino, un actor que trabajaba como cartero en Barcelona, en el de Mortadelo. "Cuando vi a Mortadelo y Filemón en la pantalla respiré tranquilo. 'Son ellos, son ellos', me dije". Ibáñez cree que la película ha logrado el objeto de transportar a los personajes del mundo de papel al de carne y hueso. "Se han hecho muchas adaptaciones del cómic a la pantalla, pero en muchos casos se trata de personajes reales en su origen como Flash Gordon, Batman o Spiderman, pero lo mío son caricaturas", explica.

Su alegría por el filme de Fesser es doble, ya que junto a su aprobación de todos los personajes, la película incluye otros fragmentos de su mundo de ficción como la aparición de la 13 Rue del Percebe y de Rompetechos, éste último la creación por la que siente más apego. "Ahora estamos estudiando con Ediciones B la posibilidad de volver a retomar el personaje".

Ibáñez considera que el cómic y el cine siguen caminos distintos e independientes. "Si la película va bien, miel sobre hojuelas, pero eso no variará mi manera de trabajar", afirma. Ibáñez no ha desaprovechado, sin embargo, la ocasión para editar el álbum El estrellato (Ediciones B), en el que todos los agentes de la TIA se convierten en improvisados actores de cine, lo que provocará el desespero de los sucesivos directores de la película. "No he querido hacer una adaptación de la película, sino una historia independiente, pero de ambiente cinematográfico", dice el dibujante.

Mortadelo y Filemón cumplen este mes 45 años de su primera publicación. "Si no me hubiera adaptado a los tiempos, ahora no existirían", reconoce. Esta evolución va desde las primeras historietas en las que los personajes compartían una agencia de detectives hasta su paso a la TIA, una central de inteligencia cuyo funcionamiento niega su propia definición. "Este recurso me permitió dar entrada a más personajes como el profesor Bacterio, que en determinados momentos incluso eclipsa a los personajes principales", dice el creador de los más populares personajes del cómic español.

"Otra de las claves para el mantenimiento del éxito de la serie ha sido incorporar temas de actualidad como cuando traté el tema de las escuchas telefónicas, la corrupción o el caso Roldán", concluye.