Gamesa aumentará su negocio un 15% al producir en serie el nuevo helicóptero S-92 de la firma Sikorsky

Gamesa Aeronáutica está a punto de comenzar la producción en serie del helicóptero Sikorsky S-92, al haber obtenido la certificación de las autoridades aeronáuticas estadounidenses. La producción de esta aeronave incrementará un 15% el volumen de su negocio, unos 36 millones adicionales a los 240 que factura. Gamesa, que produce varias partes de la aeronave, alcanzará la máxima cadencia en 2005, con cuatro entregas mensuales. La firma Sikorsky, que orientará la carrera comercial hacia las plataformas petrolíferas del mar del Norte, tiene 25 pedidos firmes.

La certificación del Sikorsky S-92 Helibus ha sido recibida en la firma de Vitoria como un regalo navideño que les ha devuelto la calma. Además refuerza la marcha de la empresa tras la crisis que sobrevino al sector a raíz de los atentados del 11-S. Gamesa Aeronáutica empieza a recuperar el ritmo de producción, que bajó casi un 50% tras los atentados suicidas del 11-S, provocando la primera regulación de empleo.

El inicio de la producción en serie del S-92 aumentará el volumen de negocio de la firma vasca en torno al 15% anual, unos 36 millones de euros, y se garantiza la producción hasta 2019. Un hecho que la empresa considera muy positivo porque la consolida como una opción solvente en un negocio en el que fracasan muchos proyectos y que necesita grandes endeudamientos y periodos largos de mucho gasto en I+D. El director general de Gamesa Aeronáutica, César Fernández de Velasco, se mostró muy satisfecho "porque supone la culminación de un proceso complejo de un aparato destinado a operar en cualquier entorno".

El diseño del Helibus lo convierte en una buena opción para el transporte de pasajeros y carga hacia las plataformas petrolíferas. Sikorsky se va a centrar en la batalla comercial en el mar del Norte y Canadá, además de exprimir el mercado militar. El S-92 puede transportar hasta 20 personas, o cuatro toneladas, es de doble uso civil y militar y ha estado sometido a toda clase de pruebas de resistencia, especialmente en amerizajes bruscos y golpes contra el agua. Gamesa participa con el 6,40% en el consorcio multinacional que fabricará el aparato a riesgo compartido. Ya tiene 25 peticiones en firme. Cuando los responsables de Gamesa firmaron el acuerdo con Sikorsky, en el Salón Aeronáutico de Le Bourget, en París, en 1995 estimaron que producir el S-92 requería inversiones de 96 millones de euros para una facturación de unos 1.000 millones.