La sal de la tierra

No estoy totalmente convencido de que lo de Manuel Martínez fuera "frenesí agitador" pero sí lo estoy, en cambio, de la oportunidad del reportaje de Mar Padilla (gracias, muchas gracias), del libro de Joaquima Utrera sobre Manuel Martínez titulado El nieto del lector de periódicos, al igual que de la generosa edición del Ajuntamiento barcelonés. ¿Desde cuándo no se dedicaban páginas y estudios a líderes obrero-vecinales que fueron la sal de la tierra en tiempos de sequía y de páramo desértico, con el apoyo no siempre reconocido de sus compañeros? Yo tenía un familiar cercano que trabajó con él en la Hispano Olivetti y me hablaba con tanta devoción de Martínez que en casa siempre pensamos que era un santo laico, con convicciones profundas y con principios razonables. ¿Es necesario repetir de nuevo que gentes como él fueron los verdaderos generadores de la situación democrática que luego todos gozamos? Propuesta modesta: que Barcelona escoja como fiesta local el día de los combatientes demócratas antifranquistas. La fecha puede ser objeto de concurso público. A mí me gustan el 14 de abril o el 16 de febrero, pero puedo estar equivocado.