La historia de España, sello a sello

El diario EL PAÍS obsequiará a los lectores del periódico de lunes a viernes con una reproducción de sellos y fichas explicativas que cubrirán los 150 años de historia (hasta 2000) de la filatelia en España.

La primera entrega se efectuará el domingo 12 de enero, que incluirá la primera hoja filatélica con cinco ejemplares de la época de Alfonso XIII. Se entregarán, además, cinco fichas-guía de explicación, una carpeta para colocar los sellos y un archivador con separadores para las fichas. La colección se irá entregando posteriormente los cinco primeros días de cada semana, durante 13, hasta finalizar el viernes 11 de abril. Todo el material se incluirá de forma gratuita en el periódico.

Los lectores recibirán con el periódico, sin desembolso alguno, cinco sellos diarios de lunes a viernes

Cada día los compradores de EL PAÍS obtendrán una hoja filatélica en la que aparecerán trepados cinco sellos, que se pueden archivar en el fichero o separar uno por uno, aunque lo profesional es mantenerlos unidos como un conjunto, porque de esta forma pueden tener más interés en el futuro. La ficha de cada día responderá a uno de los cinco temas siguientes: 1) El sello en la historia. 2) Personajes. 3) Lugares de España. 4) Arte y 5) Conmemoraciones y acontecimientos.

En el primer tema se presentan los sellos utilizados para el correo ordinario, aquellos que presentan de forma limpia el momento histórico en que se emite. En el segundo, las personalidades políticas, científicas, militares, literarias o de cualquier actividad que hayan merecido la emisión de un sello. En el tercero, los lugares y algunos aspectos de cada una de las comunidades autónomas de España y de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. El cuarto apartado está dedicado a las obras artísticas que configuran el patrimonio español y, por último, los sellos recorren algunas de las conmemoraciones y acontecimientos más significativos de España en esos 150 años.

España pionera

España fue uno de los primeros países que emitieron sellos para cobrar por adelantado el servicio de Correos. Exactamente el 1 de enero de 1850 se ponía a la venta la primera serie de sellos españoles en los que aparecía el perfil de la reina Isabel II, que entonces tenía 19 años. Se pusieron a la venta sellos de cinco valores: seis cuartos de color negro; 12 cuartos, lila; cinco reales, rojo; seis reales, azul, y 10 reales, verde. Había nacido la filatelia nacional. Estos sellos todavía no eran dentados.

Esta primera serie se había creado por un Real Decreto de 24 de octubre de 1849 firmado por el todopoderoso ministro de la Gobernación (también muy experto en preparar elecciones) Luis José Sartorius, conde de San Luis, un sevillano de origen polaco. En el decreto se estipulaba la implantación del sello adhesivo, lo que implicaba el pago previo para los envíos postales.

Hasta entonces, el pago se efectuaba en destino, con lo cual muchos envíos no se entregaban. La picaresca también hizo que en las cartas el remitente pusiera señales que el destinatario podía entender al recibirlo, rechazaba entonces el pago, con lo cual se ahorraban la tarifa postal. Antes de los Borbones, el correo estaba encomendado a particulares que no ofrecían ninguna seriedad. En 1716, la Corona recuperó el arrendamiento de este servicio, de tanto interés para los ciudadanos, y se organizó con un superintendente a la cabeza. El conde de Aranda puso en vigor un reglamento de Correos que modernizó y dio un gran impulso al servicio. Esas normas estuvieron en vigor durante un siglo hasta la aparición del sello. Los albores del sello están marcados por los errores de impresión y las falsificaciones, y a este periodo corresponden los ejemplares más raros y algunos de los que más se cotizan entre los coleccionistas.

El país que inauguró este sistema postal fue Gran Bretaña, que en mayo de 1840 emitió uno con la cara de la reina Victoria, era de color negro y valía un penique, por lo que es conocido como el penny black. La soberana se encontraba al comienzo de su largo reinado, pero en los 60 años que éste se iba a prolongar, siempre apareció en las estampillas con la misma cara de su primera juventud.