"Falta mucho humor en los cortometrajes"
Asier Altuna (Bergara, 1969) se inició en el mundo del cortometraje por "contar historias". Topeka, el tercer corto que ha dirigido, ganó en la última edición del Zinebi el Gran Premio del Cine Vasco y el del Mejor Guión Vasco. Ahora, este guionista de ETB espera tener oportunidad de rodar el largometraje que ha escrito con Telmo Esnal.
Pregunta. ¿Qué vio el jurado del Zinebi en Topeka para galardonarle?
Respuesta. Dijeron que premiaron la originalidad del corto. Creo que rompe bastante con la línea que sigue la mayoría de los cortos que se presentan a festivales, que siguen una narración como si fueran largos, pero en 15 minutos. Antes de esta moda de contar las cosas en bastante tiempo, con muchos diálogos y mucha trama, sí se hacían cortos mucho más rompedores, que cuentan una historia en muy pocos minutos y dejan todo un poco en el aire. Mi corto va por ahí, es una cosa muy pequeña, de tres minutos.
P. ¿En ese tiempo es posible contar una historia completa?
R. Sí. Yo he conseguido contar una historia con su comienzo, su nudo y su desenlace, que es la clásica manera de hacerlo. Lo hago sin diálogos, con mucho simbolismo y mucha frescura.
P. Narra una pelea de carneros.
R. Ése es el punto de partida. Está basado en un cuento muy cortito y cinematográfico de Joseba Sarrionaindia, al que he cambiado el final para darle redondez a la historia. Mi intención es recordar a los humanos que seguimos siendo animales, aunque cada uno puede darle su interpretación.
P. ¿Falta osadía entre los realizadores actuales?
R. Últimamente se tiende mucho a hacer cortos que estén bien, casi perfectos técnicamente. Se exige mucho en calidad de imagen y de actores. Ya no vale lo mediocre en los festivales de cortos. Pero eso también conlleva que se pierda en originalidad. Y para mí falta mucho humor en los cortos, se tiende mucho al fatalismo. Aunque igual es un reflejo de lo que vive la sociedad.
P. ¿Qué debe tener un buen corto?
R. Lo más importante es la historia. Tiene que engancharte desde el principio, tienes que creértela y tiene que ser muy buena. Luego, de ahí en adelante, la puedes contar de una manera u otra, pero al final lo que de verdad se ve en la peli es la historia.
P. ¿El horizonte está despejado para los vascos que quieren dedicarse al cine?
R. El cine en general está muy mal, en época de crisis. Ahora mismo, el único cine que se hace en Euskadi son cortometrajes, y todos los vascos que se dedican al cine están trabajando en Madrid, en Barcelona, están como emigrados. Hay mucha gente que quiere volver para hacer cosas aquí, pero no hay trabajo, porque Euskadi es muy pequeño y está todo centralizado en Madrid.
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