La Navidad aúna el 'ska' con los conciertos benéficos

Llega la Nochevieja y en la semana escasean las actuaciones musicales, aunque sigue habiéndolas. Al margen de las que se dan en la noche que se cambia el año, estos días vuelve el padrino del ska, Laurel Aitken. Además, los argentinos La Herejía y Andy Chango y el uruguayo Quintín Cabrera cantan para una ONG que ayuda a los niños necesitados de Argentina. El Bicho, Áfrika Lisanga o Nancho Novo son otras citas interesantes de estos días de escasez.

- La última noche. Hay muchas maneras de despedir el año, aunque la más frecuente sea ahora con pinchadiscos en lugar de músicos convencionales. Desde hace tiempo un pinchadiscos es tan estrella, y a veces más, que un guitarrista, un cantante o un compositor. Sus sesiones tienen mucho de creación e innovación, pues a la música pregrabada se añaden ritmos, ambientes, secuencias y efectos que la engrandecen y la convierten en nueva. En la sala Macumba, por ejemplo, sea en su sesión Space Of Sound (SOS) de la madrugada de Año Nuevo, o en la Elite, que arranca a las nueve de la mañana del primer día del año, se alternan en los platos Ismael Rivas y Álvaro Espinosa u Óscar Quintanilla, Javier Coello y Armando Vázquez.

En Kapital, otra de las macrodiscotecas de la ciudad, la sesión es doble con Hugo Serra y Juanjo Martín. Además de estar frente a los platos hasta bien entrado el nuevo año, vuelven a pinchar la tarde del día 1 para los que se hayan desperezado de la siesta posresaca.

Son sólo un ejemplo, pues Madrid se llena esa noche de pinchadiscos ocasionales que con mayor o menor fortuna alternarán los éxitos que se han machacado durante el año con algo de lo nuevo que está por venir. Pero también hay música nada virtual, como la que propone El Bicho para recibir el año en Clamores. Es la suya una apuesta absolutamente novedosa muy próxima a los sonidos de Andalucía que cruza el flamenco con otras sonoridades. O furor, que hacen el llamado rock perra en Siroco, justo antes de que su inefable pareja de pinchadiscos, Bon y Em, se pongan ante los platos para seleccionar de manera petarda viejos éxitos del soul y el funki de los sesenta y setenta. Valentino Kanzani y Who Da Funk son otras propuestas electrónicas que se esparcen a lo largo de la semana.

- Brasileños y africanos. Si la resaca no es cortapisa, la noche del día 1 Reginaldo Lima ofrece un concierto de música brasileña. La bossa y la samba no tienen secretos para este músico que cada día se arraiga más en Madrid, después de haber pasado largas temporadas mostrando su arte por los andenes del metro. Más consagrado es el guitarrista Jayme Marques, con más de tres décadas de residencia en el foro. Ahora va a tocar tres días con artistas sorpresa invitados en cada uno de sus conciertos.

Áfrika Lisanga (África Unida, en lingala) es uno de los grupos pioneros de música africana formado en Madrid. Creado en 1988 con músicos procedentes de Zaire, Angola, Congo y Guinea Ecuatorial, editaron hace un año Bizeti, en el sello promovido por la sala Suristán, donde actúan hoy, verdadero punto de encuentro de los ritmos del mundo en Madrid. La rumba congoleña y otros ritmos muy bailables predominan en la propuesta de Áfrika Lisanga. De Senegal, y con menos años pero igual de impregnados de la cultura madrileña, el grupo de Seydina Ndiaye trae las danzas y los tambores djembes.

- Días de homenajes. La recesión económica argentina está provocando, donde antes no se daba, bolsas de pobreza cuyos principales afectados son los niños. La ADI, una ONG que lucha por los derechos de la infancia, será la beneficiaria de lo que el día 4 se recaude en Clamores del concierto que van a ofrecer La Herejía, Andy Chango y Quintín Cabrera. Con menos de un año en Madrid, La Herejía se está consolidando en el circuito de directo como un potente y personal grupo de rock que tan bien trabaja versiones (irresistible su Resistiré, del Dúo Dinámico) como composiciones propias. Andy Chango ya es más que conocido, y vuelve a estar ahora de actualidad tanto por la reciente edición de su nuevo disco, Salam Alecum!, como su versión de David el Gnomo, incluida en el disco colectivo Patitos feos. El cantautor Quintín Cabrera, por su parte, lleva ya más de un cuarto de siglo en Madrid creando un personal estilo de cancionero hispano consecuencia de su pasado uruguayo y su adopción española.

Con un punto, también sentimental, pero no ya económico, el punk de DDT y PD Indio se usa para recordar a Ramones, el veterano grupo neoyorquino de punk-rock cuyas estrellas principales han fallecido en el último año.

- Él es el 'ska'. Jamaicano de origen cubano (su nombre de pila es Lorenzo), a Laurel Aitken se le considera el padrino del ska, el ritmo sincopado y quebrado del que luego salió el reggae. Su actuación es como un regalo de Reyes, pues pocos como él transmiten tanta sabiduría y picardía sobre un escenario. El ska añejo de las orquestas jamaicanas de los años cincuenta y sesenta, el calypso o el rocksteady son bordados por este octogenario que inspiró a Madness o The Specials, bandas que protagonizaron el resurgir del ska en el Reino Unido de finales de los setenta y sobre el que se sustentó parte de nueva ola.