Interceptados en Canarias 112 inmigrantes y tres patrones de patera

Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer a 112 inmigrantes por haber intentado entrar de forma irregular a bordo de pateras en las Islas Canarias. También fueron detenidos tres patrones de las embarcaciones. El presidente del Cabildo insular, José Juan Herrera (Coalición Canaria), denunció la situación actual "especialmente grave" que vive Fuerteventura, donde hay más de 1.000 retenidos en la antigua terminal del aeropuerto y el cuartel de la Legión.

Nueve marroquíes, seis varones y dos mujeres, fueron detenidos en Santa Lucía (sur de Gran Canaria). Las tres patrulleras destinadas en Fuerteventura interceptaron otras tantas pateras con 62 africanos, 42 de ellos subsaharianos y 20 marroquíes, además de tres patrones marroquíes. En Lanzarote, la Guardia Civil detuvo a otros 38 subsaharianos, dos marroquíes y un menor también marroquí.

Herrera exigió al Estado el "cierre inmediato y urgente" de la antigua terminal de Fuerteventura, "donde ni siquiera se cumplen las condiciones mínimas de higiene", y denunció el incumplimiento del plan acordado entre Interior y el Gobierno de Canarias para redistribuir 1.000 inmigrantes en seis centros de 250 plazas cada uno (aún por construir).

Polizones en Barcelona

En el puerto de Barcelona, tres polizones, originarios presumiblemente de Irak, fueron hallados ayer en el buque Candelabria B, de bandera española. El buque había partido de Beirut, puerto en el que los supuestos iraquíes abordaron la nave, el pasado día 20. El barco hizo escala en Túnez y recaló finalmente en Barcelona.

Las primeras hipótesis indican que los tres polizones pretenden obtener acogida en España como refugiados políticos, ya que uno de ellos tiene un documento sellado por la oficina de las Naciones Unidas de Beirut en el que se le cita para mediados de enero para resolver su situación. Además, otro, según el capitán de la nave, pidió ayer hablar con algún representante de la ONU en Barcelona. Dotaciones policiales custodiaron la nave, en cuyo interior, al cierre de esta edición, todavía permanecían los tres polizones.