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VISTO / OÍDO
Columna
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... Y compadece al delincuente

Perdido en Galicia, si no lo estuviera antes, el PP lanza dos ofensivas: una, el socialismo es culpable (ya no se puede culpar a Rusia, como hacía Serrano Suñer); otra, castiguemos más a los presos y a los condenados, que eso siempre ha gustado a la sociedad. Una sociedad a la que no se sabe defender del terrorismo, de los asesinatos y malos tratos conyugales, de las violaciones, estará contenta si se desploma sobre todos la peor pena. Entendámonos: hay una vieja discusión entre derecha e izquierda en la que aquella es vengadora y castigadora, y ésta se pretende redentora, indulgente, rehabilitadora. A lo largo de los siglos se ha pasado de las ejecuciones y las torturas públicas a las cárceles "modelo", los permisos, las atenuaciones y las redenciones. Para quienes sean: en estas fiestas han salido el que fue director general de la Guardia Civil, Roldán, y el general Galindo; uno condenado por robar fondos públicos, otro por torturas y asesinatos. No sé de los cientos y cientos que habrán salido de entre la masa, que es la que a mí me interesa.

Volviendo atrás: el camino de la izquierda en la oposición, anidado en gente de bien, penalistas o filósofos y algunas mujeres que reunían esas virtudes -Concepción Arenal, Victoria Kent...-, ha ido avanzando en ese terreno de la recuperación. La derecha, en cambio, ha ido logrando aumentar penas. Hay un cuasi equilibrio favorable al antiguo régimen: las penas son disparatadamente largas porque los que sentencian saben que se van a reducir en la práctica. Si se obliga al cumplimiento de las penas completas, los sentenciadores se estarán pasando en su ánimo de castigo. Pero esto es lo que pretende Aznar hasta con el "juicio rápido": el supuesto no podrá defenderse en unos días con el de oficio, y si es inmigrante será castigado con la pena más terrible para él: la deportación al país del que huyó para no morir. Todo viene envuelto en la panacea gubernamental del terrorismo. Que existe: pero este endurecimiento no le daña y sí a otros. A mí esta ley no me parece una barbarie, porque no hay detalles que permitan creer que los bárbaros fueran tan duros. Me parece cruel y grave: me parece peor porque es un ucase de la mayoría absoluta y del partido único.

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