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Reportaje:

Un belén en cada rincón

El despliegue navideño en la región madrileña llega a museos, centros culturales y hasta profundidades marinas y suburbanas

La oferta belenística en Madrid oscila desde la pureza clásica de figuras que datan del siglo XVIII y al más difícil todavía de hacer compartir casa a San José y su familia con un montón de tiburones hambrientos. Entre medias menudean los belenes vivientes, idóneos para fervorosos de la historia de Jesús, y alardes estéticos como moldear figuras de papel, plastilina o lupas.

- El más valioso. Artesanos napolitanos fabricaron un gran belén que Carlos III se trajo a Madrid para que le acompañase durante su reinado. Tres siglos después, otros artesanos, también napolitanos, han construido nuevas piezas con las mismas técnicas que utilizaron sus antepasados. Esas flamantes figuras comparten el espacio del Palacio Real con otras que aún se conservan en buen estado. El conjunto abarca más de 150 pequeñas esculturas y ocho complementos, repartidos por más de 36 metros cuadrados en los que se incluye una cuidada escenografía, también de origen napolitano. El secreto del éxito de este belén reside, según los expertos, en la fidelidad a su origen histórico. (Hasta finales de enero. De lunes a sábado, de 9.30 a 17.00 y domingos y festivos, de 9.00 a 14.00)

- Variedad en el museo. La Asociación de Belenistas de Madrid ha adoptado el Museo de la Ciudad para hacer un alarde de tamaño y variedad. El resultado se llama Campana sobre campana y ocupa 70 metros cuadrados, en varios ambientes, procedencias y materiales. Musgo, barro, madera, escayola, corcho y hasta pequeñas retamas sirven para presentar a los protagonistas de la célebre historia del nacimiento de Jesús. En el centro aparecen ataviados al estilo más tradicional y en las esquinas muestran influencias iberoamericanas, europeas o africanas. La diversidad autonómica española es perceptible incluso en detalles arquitectónicos. (Príncipe de Vergara, 140. De martes a viernes, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00; sábados y domingos, de 10.00 a 14.00).

- Entre tiburones. El belén del Zoo-Aquarium, en la casa de Campo, deja patente que ni ser figura navideña está hoy exento de peligrosidad. Los responsables de este recinto acuático han acomodado a María, José, el niño y los Magos de Oriente entre tiburones. La figuras pasarán un par de semanas sumergidas a casi siete metros de profundidad, en compañía de un millón de litros de agua y unos peces enormes con cara poco navideña. Los tiburones merodean por las proximidades del portal sin prestar atención a los intrusos, como si supieran que están hechos de metacrilato. Aun así, dos buceadores y un vigilante, apostado en el exterior del acuario, no pierden de vista a los escualos por si, de súbito, les diera por pegarle una dentellada a una figura como si fuera turrón duro. www.zoomadrid.com

- Agua "de verdad". La que corre por el río del belén popular de 15 metros cuadrados que da un toque navideño al centro cultural Puerta de Toledo. Las figuras proceden de Olot y la escenografía, en corcho, tierras, retamas y musgo, está a tono con los protagonistas. Cinco dioramas encerrados en vitrinas permiten al visitante percibir con mayor detalle algunos momentos de la azarosa vida de Jesús. (Puerta de Toledo, 108. Hasta el 8 de enero, de 11 a 14 y de 17 a 20).

- Sábana de seguridad. El niño del belén de la Puerta de Alcalá estará este año arropado por una sábana pesadísima. La Asociación de Belenistas de Madrid ha decidido cubrir a Jesús de Nazaret con un manto de escayola para evitar que la figura acabe en manos de visitantes desaprensivos, como ocurrió en 1998. María y José se quedaron solos bajo los arcos de la Puerta de Alcalá en más de una ocasión porque el pequeño acababa desapareciendo, secuestrado por gamberros. Esta vez, la sábana está atornillada a la base del monumento.

- Los que pasan frío. En Buitrago de Lozoya las figuras del belén principal tienen tamaño humano: 250 habitantes del pueblo pasan dos horas inmóviles como estatuas a la intemperie representando hasta 30 escenas con las únicas murallas de la Comunidad de Madrid al fondo. Las lavanderas, la anunciación a María y las profecías son algunas de las escenas que Buitrago homenajea en carne y hueso desde 1989. Ahora incluso hay un corral con un montón de aves. Esta representación, que tiene la categoría de Fiesta de Interés Turístico, se hará los días 28 y 29, a las 18.30. Pero Buitrago no es el único pueblo que no se conforma con las típicas figuras de cerámica o corcho. En Galapagar, 75 actores ponen en pie 29 escenas junto a la parroquia, desde hace ocho años (pases: 28 y 29 de diciembre y el 4 de enero, a las 19.00). En el Berrueco, los protagonistas del belén hablan, además de posar: unas cien personas interpretan 20 escenas (28 de diciembre y 4 de enero, 18.00).

- El Niño en una jaima. La Asociación de Ayuda a los Refugiados Saharauis no quiere perderse la tradición de montar belenes en parroquias y centros comerciales. En la presente campaña navideña han creado juegos ópticos a base de lupas que amplían cada escena, y belenes de inspiración natal en los que el niño Jesús no nace en un pajar, sino sobre una jaima en medio del desierto y los pastores guían cabras y camellos en lugar de ovejas. Este colectivo tiene repartida su obra por Burgo Centro (Las Rozas); el Club Las Encinas de Boadilla (crtra. de Pozuelo km.1); la Junta de Moratalaz (Fuente Carrantona,8); el templo parroquial Santa María de Caná (avda. de Europa, 8. Pozuelo de Alarcón) y el Museo de la Ciudad (Príncipe de Vergara, 140).

- San José en el metro. La sala de exposiciones Expo-Metro, en la estación de Retiro, se convierte estos días en improvisado portal donde caben hasta 17 belenes distintos con más de 300 esculturas. La colección de belenes de Francisco Martínez Rojo, denominada Belenes en el III Milenio, está fabricada en arcilla y cuenta con una amplia escenografía en la que se incluye un amanecer que dura dos minutos. (Hasta el 7 de enero, de 10.30 a 21.30. Retiro).

- Figuras a lo grande en El Escorial. Las calles de esta monumental ciudad serrana acogen también este año un nacimiento a escala natural. Por obra y gracia del esfuerzo de los vecinos de San Lorenzo de El Escorial, la ciudad y los habitantes del bíblico Belén se reproducen con materiales reciclados en un realista e impresionante escenario.

Trabajo de un año

Los belenes que en estas fiestas lucen por doquier no son obra de un día. Las figuras y decorados que se montan en Navidad empiezan a fabricarse nueve meses antes por término medio. Y los maestros que más encargos reciben son los miembros de la Asociación de Belenistas de Madrid, un colectivo que agrupa a un millar de socios con un montón de retos por delante: el último es el montaje de un belén en Internet. Además de ocuparse del modelaje de las figuras, esta asociación trata de fomentar el belenismo durante todo el año ofreciendo debates, conferencias, excursiones y cursos de aprendizaje. El presidente de la Asociación de Belenistas de Madrid, José María Sánchez, es el más fervoroso seguidor de estas escenas navideñas. No en vano ha ocupado parte de su vivienda con 500 belenes distintos. (ASBM: calle del Gobernador, 11. www.abelenmadrid.com)

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