Tanttaka estrena en San Sebastián el monólogo de Roorda 'Mi suicidio'

El monólogo Mi suicidio narra las razones que llevaron a su autor, el suizo Henri Roorda (1870-1925), a poner fin a su vida. Pero, lejos de lo que pueda indicar el título, la obra, una aguda reflexión sobre la vida, el amor, la amistad o la hipocresía del capitalismo, no destila sufrimiento, sino que rezuma vitalidad y lucidez.

Bajo esta carta de presentación, la compañía Tanttaka Teatroa estrena este viernes en el Teatro Principal de San Sebastián el montaje de Mi suicidio, protagonizado por el actor Mario Gas y dirigido por Fernando Bernués. Ambos presentaron ayer la obra en la capital guipuzcoana, donde permanecerá en escena tres días, hasta el domingo.

Mi suicidio, el único texto de Roorda traducido al castellano, sedujo a Bernués por la "actitud pasional" que su creador, profesor de matemáticas y autor de diversos ensayos de carácter pedagógico y filosófico, refleja en la obra ante las preguntas esenciales de la vida, el placer, la sociedad, el trabajo, la política o la pedagogía.

Y Roorda reflexiona precisamente mientras prepara su fin, pues al día siguiente de terminar el monólogo, que en un principio pensó titular El pesimismo alegre, acabó con su vida, durante la cual le habían obsesionado temas como "la estupidez humana" o "la vacuidad" del papel de la escuela en la sociedad, explicó Bernués.

Gas, centrado en los últimos años en la dirección teatral, admitió sentir "cierto vértigo" ante la interpretación de Mi suicidio, "un monólogo confesión" que busca "la complicidad y el complemento del público" y que está a caballo "entre el teatro y el acto cívico", subrayó el actor, quien destacó que la obra destila "lucidez".