La Sindicatura de Comptes aleta del grave estado financiero de RTVV, CACSA y Terra Mítica

El Gobierno valenciano cerró el ejercicio contable correspondiente a 2001 con un déficit de 35,5 millones de euros, según la auditoría de la Sindicatura de Comptes depositada ayer en las Cortes Valencianas. El informe indica que el déficit es consecuencia de "desviaciones de financiación" por importe de 37,8 millones de euros que convirtieron en números rojos lo que hubiese sido un ejercicio con 2,2 millones de euros de superávit. La Sindicatura de Comptes señala que los derechos pendientes de cobro incorporados al capítulo de ingresos ascendieron a 2.153 millones.

Los derechos pendientes de cobro incorporados correspondientes al año 2000 fueron de casi 520 millones, mientras que los correspondientes a años anteriores ascendieron a 1.633 millones. La auditoría destaca que la Consejería de Economía anuló durante el año pasado un total de 199 millones de euros de derechos pendientes de cobro por no poderse ejecutar, aunque advierte que los saldos pendientes que proceden del "ejercicio 1998 y anteriores resultan idénticos a los existentes al cierre del ejercicio anterior". "Este hecho, unido a la antigüedad de los mismos, pone de manifiesto su posible incobrabilidad", asegura la auditoría.

El estudio de la Sindicatura de Comptes indica que el grado de realización de los derechos pendientes de cobro al cierre del ejercicio es del 15%, dos puntos por encima del ejercicio anterior, aunque destaca que entre las cantidades pendientes de ingresar siguen estando las reflejadas en el documento firmado por la Generalitat y el Ministerio de Economía para la financiación de infraestructuras en 1999 (270 millones), transferencias corrientes de la Seguridad Social (641 millones), participación en los ingresos del Estado (198 millones) y fondos europeos (182 millones).

El presupuesto de la Generalitat para 2001 que aprobaron las Cortes Valencianas fue de 7.791 millones de euros, aunque al final ascendió a 8.104 millones de euros, lo que supuso un incremento del 4% debido a modificaciones presupuestarias y nuevas generaciones de créditos. El consejero de Economía, Vicente Rambla, puso ayer el énfasis en la mejor gestión económica por parte del Consell respecto al ejercicio de 2000 y en el elevado nivel de ejecución presupuestaria existente en las cuentas de la Generalitat.

Respecto a la situación de la deuda pública de la Generalitat, la inspección contable realizada por la Sindicatura de Comptes advierte: "No ha sido posible verificar el cumplimiento del límite de endeudamiento autorizado por la Administración del Estado para la Comunidad Valenciana en el ejercicio 2001". Lo que sí verifica la auditoría es que la deuda viva del Consell había aumentado a finales del año pasado en 578 millones de euros. Un importe que "es inferior al límite máximo establecido para el ejercicio", dice el informe de la Sindicatura de Comptes, que especifica que el 18 de diciembre de ese año la Consejería de Economía reconvirtió 595 millones de euros de operaciones de tesorería a corto plazo en préstamos a corto plazo, que en 2002 han sido reconvirtidos en endeudamiento a largo plazo mediante la formalización de varios créditos. El estudio de las cuentas indica también que el Consell suscribió en noviembre de 2001 un préstamo a largo plazo dividido en tres tramos por un importe de 408 millones de euros para para refinanciar deuda pública de la Generalitat a corto plazo. Una operación que se completó con otra refinanciación bancaria a largo plazo por importe de 80 millones de euros.

El informe también analiza los compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros por parte del Consell y concluye que éste ascendía a finales de 2001 a 11.353 millones de euros. Una cantidad que representa un 3% de incremento respecto al compromiso de gasto futuro establecido en el año 2000. De este compromiso de gasto, un total de 8.433 millones de euros estaba previsto que se pagase a partir del año 2005 y siguientes. El destino del 78% de todo el dinero comprometido en ejercicios futuros era el de pagar deuda.

El resto del gasto comprometido en ejercicios venideros corresponde, según el documento de la Sindicatura de Comptes, a las consejerías de Obras Públicas, Sanidad y Agricultura. La auditoría llama la atención sobre el hecho de que los departamentos de Medio Ambiente y Bienestar Social doblasen el gasto a cargo de ejercicios futuros.

La auditoría también pone el acento en el notable incremento (42%) de los avales prestados por el Institut Valencià de Finances hasta alcanzar la cifra de 1.421 millones al finalizar el año 2001. Avales destinados en su inmensa mayoría (93,7%) a permitir el endeudamiento de empresas públicas de la Generalitat. El análisis de los avales por parte de la Sindicatura es taxativo: "El riesgo vivo por las operaciones avaladas por la Generalitat se ha incrementado en el periodo 1998-2001 en un 215%, incremento que se ha concentrado especialmente en empresas y entes públicos valencianos". El mismo informe reitera que esta práctica supone el 97% del riesgo total, con un incremento en el periodo considerado de 686 millones de euros.