Pujol y Maragall chocan en la evaluación del resultado de la financiación autonómica
Los ecos del pacto sobre el sistema de financiación autonómica, vigente desde el 1 de enero de 2002, todavía resuenan un año después. En su balance del último año de gobierno, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, exhibió ayer el acuerdo como el principal logro de la legislatura, que en su opinión ha permitido aumentar la inversión de la Generalitat y los programas sociales. El líder del Partit dels Socialistes (PSC), Pasqual Maragall, eligió también el mismo pacto como emblema para evaluar la gestión de Gobierno, pero en el sentido contrario: la aplicación del modelo, dijo, ha sido un "desastre" y su modificación será una prioridad de un Gobierno de izquierdas.
A pesar de que el nuevo modelo fue cuestionado en su día por los sectores más nacionalistas de Convergència, Pujol lo ha convertido en el gran activo de su política en la legislatura. En su opinión, los Presupuestos de la Generalitat para 2002, aprobados la semana pasada con el apoyo de CiU y el PP, son un ejemplo de la mejora que supone. "Muchas de las actuaciones realizadas no se podrían haber desarrollado sin el nuevo sistema", aseguró Pujol.
Jordi Pujol: - "El nuevo modelo ha permitido tener unos presupuestos más holgados y triplicar la ayuda a la familia" - "No es el que reclamamos, pero supone un cambio muy importante"
Pasqual Maragall: - "El pacto fue un desastre y se tendrá que rehacer" - "En vez de tener dinero, las comunidades autónomas ahora tienen impuestos"
El presidente de la Generalitat añadió que la situación financiera de la Generalitat es ahora "más holgada", lo cual ha permitido "triplicar la ayuda directa a las familias". "No es el [modelo] que reclamamos, pero supone un cambio muy importante", dijo.
El líder socialista sólo coincide con Pujol en la importancia del pacto. Pero a su juicio sus efectos sobre Cataluña son los contrarios de los esgrimidos por Pujol: "[El sistema] es un desastre que debe rehacerse", afirmó el dirigente socialista en una visita a Cervelló (Baix Llobregat).
En opinión de Maragall, las comunidades autónomas ahora "en vez de dinero tienen impuestos" y responsabilizó de esta situación al Gobierno de CiU por su actitud ante la negociación. El líder del PSC consideró positivo que la filosofía del acuerdo conduzca a la cofinanciación, pero sostuvo que las bases de cálculo que se pactaron para cada comunidad son "muy bajas", lo cual ha derivado en una financiación insuficiente para Cataluña. "Con los nuevos gobiernos en Madrid y Cataluña, deberemos plantear un nuevo sistema de financiación autonómica", afirmó Maragall.
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