_
_
_
_
Reportaje:

Norma Duval y Carles Flavià, juego de contrarios

La ex musa del PP y el corrosivo humorista comparten escenario con el espectáculo 'Imagine' La ex musa del PP y el corrosivo humorista comparten escenario con el espectáculo 'Imagine'

Durante años, la vedette Norma Duval ha sido considerada la musa del PP. La que fuera primera figura del emblemático Folies Bergère parisino hizo en su día campaña a favor del partido de José María Aznar porque, según ha declarado, sentía que valía la pena dar la cara "a cambio de nada" por algo en lo que creía. Hoy por hoy dice que no volverá a participar en un mitin del PP, pero no le apetece en absoluto comentar las razones. "El Gobierno está ahí, que cada uno saque sus conclusiones y vote lo que quiera", esquiva. Mucho más cómoda se siente hablando de su último trabajo en el teatro, Imagine, en el que cuenta con la participación del humorista Carles Flavià, corrosivo ex sacerdote de izquierdas. Un curioso juego de contrarios que puede disfrutarse en el teatro Apolo de Barcelona hasta el 26 de enero.

"No me interesa para nada hablar de política. Sin hablar de ello ya se manipula la información. O sea, que si hablo, fíjate", señala Duval, quien recuerda que "hace ya lo menos seis o siete años que apoyé al PP". En alguna ocasión la vedette se ha lamentado de que se asociara su participación en Televisión Española, o sus galas en municipios gobernados por el PP, con su apoyo al partido. En el año 2000, sin embargo, la Administración clausuró por razones de seguridad el teatro de Madrid en el que debía estrenar su espectáculo La mujer del año, lo que le provocó un gran perjuicio económico; Duval declaró entonces que ningún político se había interesado por su situación.

Imagine, un recorrido por los números más emblemáticos del musical (Cats y Cabaret, entre ellos), fue creado casi simultáneamente a La mujer del año, pero hasta la fecha permanecía prácticamente sin estrenar. Duval no tiene pensado salir de gira con el espectáculo, sólo quiere presentarlo en Barcelona, "porque me apetecía mucho volver al teatro Apolo, siete años después de mi última actuación aquí". Los responsables del teatro tuvieron la idea de incorporar a Carles Flavià, miembro de la escuadra teatral de Cinco hombres.com y de El club de la comedia, además de colaborador de Manel Fuentes en su programa de la radio catalana RAC 1. "Yo creo que el contrapunto es perfecto, los extremos se atraen", sostiene Duval. "Está claro que somos distintos; ya quisiera yo tener la mitad de las piernas que tiene ella", bromea Flavià. En un tono más serio asegura: "Tenemos puntos de conexión".

"Nunca me había planteado trabajar con Norma Duval. Dicen de ella que si musa del PP y este tipo de cosas, pero en cualquier caso yo creo que dentro del PP hay gente más liberal; ¡los hay que se divorcian!", razona este inclasificable artista, que elogia la carrera parisina de su colega con cariño, el mismo con el que los admiradores barceloneses de la artista no paran de pedirle autógrafos por la calle y de mirarla con descaro y embeleso. En 1982, cuando aún vestía sotana, y como representante de la Orquesta Platería -también lo fue de Gato Pérez y de Jaume Sisa-, Carles Flavià participó en 23 actuaciones en mítines del PSOE, "contribuyendo así a la victoria de este partido en las elecciones generales", según reza en una biografía suya que circula en Internet. Un mes después del triunfo socialista abandonó el sacerdocio.

Sin duda, Flavià se ha topado con más de una persona que se sorprende al saber de su intervención en Imagine. "Hay lecturas muy superficiales, porque, suponiendo que la revista fuera una cosa ligera o de poco valor, yo he hecho cosas revestidas de elitismo mucho peores que este trabajo", asegura el humorista.

Para hablar con propiedad, Duval recalca que Imagine no es una revista, porque no sigue un libreto, sino "un show". En esta línea purista, en la terminología escénica, la participación de Flavià en el espectáculo se denomina una colaboración especial. Se le ha reservado su propio espacio hacia la mitad de la función, una nueva plataforma para ejercitar ante el público sus artes con el monólogo. A él le sedujo la oferta porque la consideró "un reto", y lo aceptó porque, aunque con un envoltorio distinto, encaja con lo que está acostumbrado a hacer. "Tengo un cierto sentido del ridículo y, si me hubieran pedido cantar o bailar, no lo habría aceptado, porque no sé hacerlo", sostiene. "Ahora bien, me encanta el desfile final . Creo que es algo que sólo me pasará una vez en la vida y hay que disfrutarlo", afirma.

Para Duval, Flavià aporta la frescura. "Cuando haces un musical, todo está envasado, hay muy poco espacio para la improvisación. A mí me encantan las cosas espontáneas". Antes del estreno, Duval no sabía siquiera de qué iba a hablar su compañero. "Eso sería coaccionarle, una falta de libertad de expresión", sostiene la artista. "Sólo le dije: 'tienes que ser tú mismo'. Él ya sabrá por dónde le está pidiendo el público que vaya", reflexiona.

Norma Duval, con Carles Flavià, en Barcelona.
Norma Duval, con Carles Flavià, en Barcelona.CONSUELO BAUTISTA

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_