Futuro perfecto

El temido último vencimiento de opciones y futuros del ejercicio transcurrió sin pena ni gloria para el mercado subyacente, en este caso la Bolsa. Los contratos rotaron al vencimiento siguiente, con lo que le conceden a la actual coyuntura una sensación de continuidad mucho más real que la de una fecha de cierre sujeta a los caprichos del calendario fiscal.

Los inversores estuvieron tan pendientes de las evoluciones de los mercados de futuros en esta sesión que casi consiguieron dejar de lado los crecientes temores a un conflicto bélico en Oriente Medio, los llamados "riesgos geopolíticos" por los agentes económicos más influyentes en los mercados occidentales.

El Ibex 35 terminaba esta sesión con un avance del 0,64%, y el índice general de la Bolsa de Madrid ganó el 0,57%, lo que les permite terminar la semana con subidas del 1,43% y el 1,12%, respectivamente. Esta relativa tranquilidad que muestran los índices del mercado español responde, en parte, al convencimiento de una buena parte de los analistas de que lo peor ya ha pasado, lo que quiere decir que los gastos derivados de la crisis latinoamericana ya figuran en los balances y que toda comparación futura con esas cifras va a ser muy positiva, incluso con un enfriamiento económico de pronóstico reservado.

En Europa el ambiente era tranquilo, en parte porque Wall Street se mostraba firme ante los vencimientos de los mercados de futuros. El Dow Jones ganaba el 1,71% a media sesión y permitía a Francfort ganar el 2,23% poco antes del cierre. París subió el 0,94% y Londres el 1,26%.

La contratación en el Mercado Continuo ascendió hasta los 3.377,42 millones de euros, debido al abundante arbitraje con el mercado de futuros, lógico de estas ocasiones.