Van Gaal pende de un hilo muy fino
Los directivos que apoyan al mandatario están dispuestos a exigir a cambio la cabeza del técnico
La continuidad de Louis van Gaal como entrenador del Barcelona está seriamente amenazada, aun cuando el pasado domingo fue ratificado por el propio presidente, Joan Gaspart.
La situación es "tan insostenible", como la calificó un alto directivo barcelonista, que ni un resultado positivo el próximo sábado en Mallorca garantizaría el puesto al técnico holandés, que tiene contrato hasta el 2005 y cuyo finiquito le supondría ahora al club seis millones de euros.
Al ser requerido ayer al respecto, Gaspart no garantizó la continuidad de Van Gaal. "No hay que pensar en la posibilidad de perder en Mallorca sino en ganar e intentar remontar posiciones en el campeonato", respondió el presidente azulgrana. "Me gustaría que Van Gaal siguera tres años más porque sería una buena señal".
Los directivos que mayor apoyo dan al presidente consideran, sin embargo, que mantener la confianza a Van Gaal es contraproducente, sobre todo después de lo ocurrido el pasado domingo en el Camp Nou y una vez que la junta ha decidido continuar hasta someterse a la confianza de una asamblea de compromisarios.
El apoyo de los jugadores hacia el entrenador tampoco se considera muy revelador en la directiva por cuanto se sabe que en el vestuario no hay unanimidad respecto a Van Gaal. Al entrenador tampoco le han ayudado sus últimas declaraciones reclamando la incorporación de un lateral izquierdo y de un goleador.
La directiva incluso maneja ya el nombre de Carlos Bianchi como candidato al banquillo. El argentino, que tiene ofertas del Boca Juniors y también se le ha vinculado al Paris Saint Germain, estaría dispuesto a recalar en el Camp Nou, donde le aguardarían sus compatriotas Saviola, Riquelme y Bonano.
A Gaspart le preocupa ahora mucho más la interinidad de Van Gaal que la dimisión de Masfurroll y la posible de Castells. El presidente se siente presionado precisamente por los directivos que le han renovado la confianza para mantenerse en el cargo. Van Gaal, por su parte, es consciente de su delicada situación, aunque insiste en que es el técnico más cualificado para sacar al equipo adelante, porque conoce al club como ningún otro.
Para el partido de Mallorca, Van Gaal tiene la baja ya segura de Fernando Navarro, que será intervenido mañana por el doctor Ramon Cugat de una lesión de ligamentos -inicialmente tardará un máximo de seis meses en volver a jugar-, mientras que Puyol estará disponible aun cuando ayer se confirmó que tiene una fisura en el sacro. El capitán ya ha expresado su disposición a jugar infiltrado. Cocu, por su parte, regresó de Holanda, donde fue examinado por un especialista por sus problemas de alergia. Inicialmente, el centrocampista holandés estará también a disposición de Van Gaal.
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