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Reportaje:

La dulce congelación de Ebro Puleva

El primer grupo alimentario español pierde terreno y desperdicia su gran potencial de crecimiento

Con la fusión de Ebro y Puleva se constituía en octubre de 2000 el primer grupo alimentario español con una facturación de 230 millones de euros. Los nuevos responsables de la sociedad anunciaron un plan a medio plazo para seguir creciendo con una inversión a medio plazo de 720 millones de euros tanto para consoluidar como para diversificar el negocio. Dos años más tarde, Ebro Puleva, de la mano de José Manuel Norniella como presidente ejecutivo, es un grupo con un gran potencial pero que se limita a subsistir, recortar gastos o vender activos considerados accesorios al negocio principal por sus gestores.

En tiempos de turbulencias, templanza;en momentos de crisis, mejor estar parados. Ésta es la filosofía que mantiene el presidemnte de Ebro Puleva. Frente a la estrategia de los otros grandes grupos alimentarios, como Campofrío o Sos-Koipe, que han tenido en los últimos dos años un crecimiento espectacular a base de un fuerte endeudamiento, Ebro Puleva ha optado por quedarse quietos como la mejor vía para no cometer errores

Los datos del grupo líder apuntan un ligero crecimiento de las ventas en España de sus principales actividades: azúcar, arroz y lácteos

José Manuel Fernández Norniella ha sido cocinero antes que fraile y ha guisado en muchas cocinas, desde el Partido Popular al Ministerio deEconomía. En 1999 llegó a una azucarera, donde el anterior presidente, Vicente de la Calle y su adjunto Rodrigo Moreno habían dejado una empresa qeu se asemejaba más a un campo de batalla llena de enfrentamientos. Norniella llegó y apaciguó las aguas, pero también paró el grupo amparado por la inexistencia de una clarificación accionarial y de un propietario que capitaneara el grupo. Los alemanes de Sudzucker, con el 12,7% están, pero no entran en la gestión directa. KIO se halla a la espera de que Patrimonio les compre su paquete del 7,7%. La Caja del Duero entró por un compromiso de la Junta de Castilla y León. Por su parte, las empresas públicas Alycesa y Mercasa mantienen en venta casi un 7%. En este contexto, el poder ejecutivo del grupo quedó en manos una persona como Norniella, puesta desde el Ministerio de Economía de Rodrigo Rato, arropada en este momento por Jaime Carbó como director finnciero y consejero por Mercasa. Por este motivo, aunque se trata de una empresa privada, no está clara la frontera y el peso real en la misma del poder público. Frente a las iniciales aspiraciones de sus principales accionistas individuales, Guillermo Mesonero y Javier Tallada, Fernández Norniella se hizo con todo el control de la sociedad. Hoy, los dos empresarios procedentes de Puleva se hallan fuera de juego en la carrera para llevar la gestión del grupo. Pero, también, frente a la cultura más agresiva e innovadora de Puleva, se impuso la cultura conservadora del mundo azucarero y la de un político aparcado en la empresa privada.

Crecimiento bloqueado

"Somos conscientes de que debemos hacer autocrítica sobre el desarrollo del grupo en estos años.Es evidente que, dado el potencial del grupo, es posible y es preciso avanzar a otro ritmo mucho más agresivo. Pero no puede decirse que hayamos estado parados", señalan fuentes del grupo. Para Norniella , por el contrario,no es ésa la situación. En su opinión, es evidente que se deberían acometer otros muchos proyectos porque hay potencial para hacerlo, pero antes es preciso lograr la clarificación accionarial.

Los datos sobre el ultimo año apuntan a un ligero crecimiento de las ventas en España en azúcar, arroz y lácteos donde mantienen el liderazgo, mientras siguen los resultados negativos con la azucarera chilena Iansa, sociedad se quiere ordenar para una futura venta. Una de las principales apuestas del grupo es Puleva Biotech, donde se ha refugiado Javier Tallada para desarrollar sus iniciativas ante la política de gestión diseñada por Norniella en la empresa matriz.

Frente a los planes iniciales de inversiones en octubre de 2000, el líder agroalimentario español no se ha movido. El grupo cerró su división en el aceite de oliva, basado en Andoleum. Fruto de una componenda política, firmó un acuerdo para poner en marcha la planta de biocombustibles en Salamanca tras el cierre de la azucarera. La única inversión y, además, más sorprendente fue la compra del 40% de Herba, donde ya poseía el 60%, por 106 millones de euros. Analistas de la firma estiman que se pagó por la sociedad un sobreprecio del 30%. Norniella señala que era necesaria la compra para tener el control de la empresa que mantenía la familia Hernández.

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