'Hooligans' a bordo de su avión

Los hinchas ingleses pierden el oremus cuando pierden. Los escoceses, cuando ganan. En 1972, los seguidores del Glasgow Rangers destrozaron el Camp Nou para celebrar su triunfo en la Recopa de Europa. Ayer, sus rivales del Celtic obligaron al aterrizaje forzoso del avión que les llevaba de vuelta a casa tras eliminar al Celta de la Copa de la UEFA. Una trifulca a bordo obligó al capitán a lanzar el sagrado mensaje de emergencia: "Mayday, mayday; hooligans a bordo", pudo decir, y bajó en barrena para aterrizar en Cardiff, el aeropuerto más cercano.

El avión, un Boeing 737 de la compañía Astreus en vuelo chárter de Santiago de Compostela a Glasgow con 148 pasajeros y seis tripulantes a bordo, aterrizó en Cardiff cuando pasaban 17 minutos de las tres de la tarde.

Los hechos son bastante confusos. El capitán lanzó un mayday poco después de las tres de la tarde debido a que se estaban produciendo incidentes a bordo. De inmediato recibió permiso para aterrizar en Cardiff, desviándose así de su ruta hacia Glasgow, y dos helicópteros de la RAF despegaron de la base de Kinloss in Moray para acudir en su auxilio. Nada más aterrizar el avión, la policía entró en la cabina y se llevó a los hinchas para interrogarles. Casi tres horas después fueron detenidos seis de los seguidores, con edades entre 37 y 51 años.

Al parecer, en lo que seguramente debía ser ya un viaje bastante alterado, se produjo un incidente a bordo cuando la tripulación advirtió a un pasajero de que estaba prohibido fumar. En la discusión que siguió fueron agredidas dos azafatas, provocando la drástica decisión del capitán de lanzar el mayday y tomar tierra, según Astreus, una pequeña compañía inglesa que ha empezado a volar este mismo año y cuenta con una modesta flota de cuatro aviones. "Parece que algunos pasajeros empezaron a comportarse de manera incorrecta durante el vuelo. El capitán llegó a la conclusión de que la situación exigía desviarse de su ruta para aterrizar en Cardiff", declaró un portavoz de la compañía aérea.

Aunque es fácil pensar que el alcohol tuvo algo que ver con las tribulaciones del vuelo, la ingesta debió ocurrir antes del despegue. Según el pasajero Steven Prince, entrevistado por la BBC, "no se sirvió alcohol a bordo del avión". Prince, que se declaró "sorprendido" por la decisión del capitán, asegura que no hubo ninguna pelea a bordo aunque admitió que "uno de los pasajeros se apoyó en uno de los tripulantes y le dio unos golpecitos en la espalda". "Estamos extraordinariamente preocupados por este incidente, tanto por la seriedad del asunto como por la seguridad de nuestros seguidores", ha dicho el Celtic en una nota.