Las fugas causan en España la pérdida del 21% del agua antes de llegar al grifo

Las fugas y roturas en la red de distribución causan que el 21% del agua se pierda antes de llegar al grifo, según la Encuesta sobre el suministro y tratamiento del agua que presentó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), con datos correspondientes al año 2000. En ese año se consumieron 3.782 hectómetros cúbicos de agua, y otros 1.000 hectómetros cúbicos se perdieron en fugas. Con todo, el volumen de pérdida se redujo un 2,4% respecto a 1999.

El consumo per cápita alcanzó los 168 litros diarios, lo que supone un incremento del 1,8% respecto a 1999. Pero esa variación fue diferente según los sectores. El consumo en el sector agrario descendió en un 3,8%, mientras que en los hogares creció un 4,8%. El precio del agua aumentó un 5,8% en el mismo periodo.

Las comunidades autónomas se ordenan según su consumo medio de la siguiente forma: Cantabria (188 litros por habitante y día), Castilla-La Mancha (188), Cataluña (186), La Rioja (186), Andalucía (183), Aragón (176), Madrid (176), Comunidad Valenciana (166), Navarra (159), Extremadura (156), País Vasco (154), Castilla y León (153), Ceuta y Melilla (153), Asturias (151), Murcia (146), Canarias (139), Baleares (129) y Galicia (128).

El precio medio a nivel nacional durante el año 2.000 fue de 0,73 euros por metro cúbico, desglosado en 0,56 euros por el suministro y 0,17 en cuotas por los servicios de alcantarillado y saneamiento.

Las regiones en las que el precio medio del agua fue más alto son Canarias (1,58 euros por metro cúbico); Islas Baleares (1,32); Murcia (1,12) y País Vasco (1,12). En el otro extremo se sitúan La Rioja, con 0,41 euros por metro cúbico; Castilla y León (0,42) y Castilla-La Mancha (0,44). Las comunidades que pagan el agua más cara son las que menos consumen, por lo general. El precio más caro se paga en Canarias y Baleares, donde la mayoría de este recurso se obtiene por desalación, seguida de Murcia (la doméstica procede del trasvase del Tajo).