Dos funcionarias por turno vigilan a las 130 internas de la cárcel granadina
Las 130 internas del módulo de mujeres de la prisión de Albolote (Granada) son vigiladas sólo por dos funcionarias por turno, según explicaron ayer las representantes de las trabajadoras que, como protesta, han permanecido encerradas durante 24 horas en las dependencias sindicales del establecimiento penitenciario. El número de funcionarias (veinticinco) ha permanecido estable desde la inauguración de la cárcel, hace cinco años, a pesar de que el conjunto de reclusas ha pasado de las 20 iniciales a las 130 de ahora.
La propia Dirección de Instituciones Penitenciarias reconoció en enero de este año la necesidad de incorporar más empleadas a la cárcel granadina aunque a costa de disminuir el número de funcionarios varones. Los sindicatos con representación en la prisión granadina suscribieron ayer un comunicado conjunto en el advierten de que la carencia de personal "no se puede posponer por más tiempo" y acusan al director del establecimiento, Eduardo Rodríguez Caracuel, de "incapacidad" para hallar una solución. A juicio de los sindicatos, todas las iniciativas planteadas por la dirección no han hecho sino empeorar y "aumentar la carga de trabajo que soporta la plantilla de trabajadores que es deficitaria e insuficiente en todas las áreas de servicio" y, en concreto, en la parcela de vigilancia del módulo de mujeres, "insoportable por más tiempo".
Las trabajadoras, que iniciaron ayer por la mañana el encierro de un día completo de duración, han exigido el incremento de la relación de puestos de trabajo para cubrir las necesidades de los 1.500 internos de la prisión granadina y que las vacantes generadas por bajas por enfermedad, maternidad o excedencia sean cubiertas por personal contratado al efecto y no por los restantes funcionarios. Los representantes de las trabajadoras pidieron ayer el respeto a los derechos de todos los funcionarios del centro, incluido el de la seguridad física.
Amiguismo y blindaje
Por su lado, la sección sindical de UGT distribuyó ayer otro comunicado en el que arremete directamente contra el director a quien acusa de haber fundamentado su labor en el "amiguismo, el ninguneo de los sindicatos y el blindaje de sus privilegios", eludiendo para ello "sus responsabilidades y derivándolas hacia los trabajadores". UGT aseguró que la plantilla con que la prisión de Granada inició su andadura arrastraba ya un déficit "del orden de los cuarenta funcionarios menos". Además las áreas estaban "desproporcionadas entre sí", los funcionarios de nivel alto se asimilaron con los de las oficinas y, desde entonces, el número global de trabajadores ha ido decreciendo incluso por debajo de la cifra de salida. Los sindicalistas reprochan a Eduardo Rodríguez Caracuel derivar su responsabilidad en la plantilla a la que ha acusado de soportar un porcentaje de absentismo del 8%.
