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UGT denuncia que Philips vende su planta catalana para trasladar producción al Este

La multinacional LG Philips Displays, propiedad de la holandesa Philips y la coreana LG, apuesta por el Este de Europa, y concretamente por la República Checa, mientras ultima la venta de su planta de Barcelona, la antigua Miniwatt, que fabrica tubos catódicos para pequeños televisores y que emplea a más de 900 personas.

Según la información de que dispone el sindicato UGT Cataluña, LG Philips se dispone a inaugurar en los próximos meses dos nuevas plantas en la República Checa, que se sumarán a la fábrica que la compañía abrió ya el año pasado en la localidad de Hranice, en la región checa de Moravia, con una plantilla similar a la de Barcelona y donde también se producen tubos catódicos, aunque en principio para televisores de más pulgadas. "Es una auténtica deslocalización. ¿Dónde, si no, van a hacer el tubo para el televisor de 14 pulgadas que ahora se hace en Barcelona?", se interrogaba ayer Andrés Mateos, secretario general del Metal en Barcelona.

El sindicato ha elaborado incluso un informe, remitido al Gobierno catalán, en el que desgrana los incentivos que el Gobierno checo ha concedido a la compañía con el fin de que invierta en el país. Entre ellos, más de un centenar de viviendas para directivos, exenciones fiscales por un periodo de 10 años, donación de terrenos y una subvención de 6.000 euros por trabajador contratado.

"No se deslocaliza"

Ayer, festivo, fue imposible obtener la versión de la empresa. Pero, en declaraciones a Europa Press, fuentes de LG Philips rechazaban que se trate de una deslocalización, ya que la fábrica checa "produce un tubo catódico de mayor tamaño con una maquinaria diferente y no puede acoger el tipo de tubo" que se fabrica en España.

LG Philips pactó en julio pasado vender antes de que acabe este año la mayoría del capital de su filial Miniwatt a la firma holandesa Business Creation, especializada en procesos de reconversión. El anuncio despertó las iras de los trabajadores, que han llevado a cabo diversas movilizaciones para pedir que se paralice la venta de Miniwatt por la incertidumbre en que sitúa a la planta y que se garantice el empleo. En una manifestación celebrada en octubre pasado, los empleados de Miniwatt llegaron a pedir que se hiciera boicoteo a los productos de Philips.

La planta de Barcelona, que hace unos años se preparó para producir cinco millones de tubos al año, fabricará este año poco más de tres millones. En 2001, Miniwatt perdió cerca de seis millones de euros, pero los sindicatos sostienen que puede ser rentable, a lo que ayudaría un "posible" abaratamiento del coste por tubo fabricado por debajo de los 28 euros frente a los más de 30 euros actuales y la producción de tubos para televisores de más pulgadas.

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