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Querella del fiscal por torturas a un menor en el reformatorio Renasco

Tres vigilantes y dos educadores golpearon a un inmigrante, según la acusación

La fiscalía de Madrid se ha querellado contra tres vigilantes y dos educadores de un reformatorio de la capital por propinar una paliza a un menor. Los imputados entraron de noche en la habitación del menor, un inmigrante de 17 años, y la emprendieron con él a puñetazos y patadas en la cabeza, según el fiscal. El suceso ocurrió el 6 de julio en el centro de internamiento Renasco, que gestiona la Consejería de Servicios Sociales de la Comunidad.

La querella contra dos educadores y tres vigilantes del Renasco -situado en la calle de Padre Amigó (Carabanchel)- es fruto de una denuncia que interpuso ante la fiscalía la llamada Coordinadora de Barrios de Madrid, entidad de apoyo a jóvenes desfavorecidos.

Según fuentes cercanas a la fiscalía, en la querella se indica que los cinco empleados del Renasco querellados entraron por la noche en el dormitorio del menor, un marroquí de 17 años, y le propinaron patadas y puñetazos en la cabeza como venganza porque había llegado tarde al centro y gritaba y daba golpes en la puerta de su habitación.

La supuesta paliza se produjo la noche del pasado 6 de julio. La víctima y otro menor llegaron ese día tarde al centro. Acabaron su permiso de fin de semana y, saltándose las normas, llegaron fuera del horario de cena. Sin cenar, cada uno de ellos fue encerrado más tarde en su habitación. El menor marroquí, disgustado, comenzó a gritar y dar golpes en la puerta de su habitación, lo que enfadó a los educadores.

El responsable que había en ese momento en el centro envió entonces a un educador para que tratase de tranquilizarle y, como los gritos no cesaban, decidió ir él personalmente, junto con tres vigilantes. Al abrir la habitación, ordenó a sus compañeros que redujesen al menor. Fue entonces cuando los guardias, con la excusa de inmovilizarle, empezaron a propinarle patadas y puñetazos en la cabeza y otras partes del cuerpo.

Tras pegarle, siempre según la querella, los vigilantes arrastraron por el suelo al menor y lo dejaron tumbado en una cama. Al día siguiente, un enfermero del Renasco le visitó en su habitación y comprobó que sufría tumefacción en el ojo izquierdo y cara, así como numerosos golpes en la espalda. Días después, también le visitó un forense de la Fiscalía de Menores de Madrid, quien certificó que el menor aún presentaba secuelas.

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Vigilantes sin cursillos

Tres de los querellados (los otros dos son funcionarios de la Comunidad) son empleados de la empresa privada Serigur, a quien la Comunidad de Madrid ha encomendado la labor de control de los menores del Renasco. Los tres controladores trabajan en este centro pese a que carecen de la oportuna preparación y formación para tratar con menores conflitivos".

"No se puede encomendar el cuidados de niños a personas que jamás han hecho un cursillo para tratar a menores con problemas", destacan fuentes jurídicas. Uno de los querellados, por ejemplo, fue contratado por Serigur e inmediatamente destinado al Renasco sin haber acreditado ninguna formación específica en menores. Los otros dos vigilantes llevaban más tiempo, "pero tampoco han hecho cursos de preparación para atender centros de estas características", lamentan las citadas fuentes.

Por eso, en la querella se denuncia que se deje en manos de personas sin preparación la custodia de estos menores. Ésta es la segunda querella que interpone la Fiscalía de Madrid contra un reformatorio de la capital desde que entró en vigor la nueva Ley de Responsabilidad Penal del Menor.

La primera, también por supuestos delitos de torturas a varios menores del reformatorio de El Pinar, se interpuso en septiembre del año pasado. La querella fue sobreseída posteriormente por otro juzgado, pero después de que la Comunidad reformase las instalaciones del módulo de aislamiento de El Pinar.

Esperanza García, directora general del Instituto del Menor y la Familia, señaló ayer que se pronunciará sobre la querella cuando conozca el contenido de la misma. Añadió que ya su departamento envió un informe a la fiscalía. También señaló que en los centros de internamiento de Madrid "ni se tortura ni se han instaurado los malos tratos". Por otro lado, la víctima de esta paliza denunció la semana pasada ante la fiscalía que en el Renasco han prohibido seguir el ayuno del Ramadán a los chicos musulmanes que, como él, están sancionados por incumplir alguna norma del centro, informa Begoña Aguirre. Portavoces de la Consejería de Servicios Sociales niegan la acusación y afirman que de los 38 internos musulmanes de los reformatorios, el 68% están siguiendo el Ramadán y que los que no lo hacen "es porque así lo decidieron". El mes del ayuno y la paz, uno de los pilares del islam, comenzó el pasado 6 de noviembre y finaliza este jueves. La víctima de esta supuesta paliza fue el ganador de un torneo de fútbol jugado la pasada primavera entre chavales de los reformatorios madrileños y al que acudió el seleccionador nacional de fútbol. Ahora se halla en el Renasco en régimen semiabierto por un delito de robo.

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