"No apoyamos el plan de Ibarretxe"
El miércoles, durante la sesión de control sobre el Gobierno, Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida, le aconsejó a José María Aznar: "No diga que en la oposición somos carroñeros, porque, señor Aznar, el animal en materia ecológica que revuelve entre la basura es la gaviota, quizá su gaviota, señor Aznar".
Esa misma tarde, antes de esta entrevista, el líder de IU (de 45 años, licenciado en Medicina, casado, con una hija y afiliado al PCE tras el golpe de Antonio Tejero) explicaba cómo había preparado su pregunta sobre el hundimiento del Prestige: "Creo que era Churchill quien decía que las intervenciones de una hora hay que prepararlas en cinco minutos, y las de cinco minutos, en una hora".
"En los próximos meses, el PSOE tiene que recomponer una colaboración más estrecha con la izquierda política y social para vencer al PP"
"En estos momentos no se dan las condiciones necesarias para plantear un referéndum en el País Vasco. Antes tiene que cesar la violencia"
"Sería un milagro que se me conociera, teniendo en cuenta que para conocer a un líder de ámbito nacional hay que permitir la libre concurrencia en los medios"
"No sé cómo no hay una rebelión de los profesionales del Centro de Investigaciones Sociológicas para que no los manipule el PP"
"Que un pueblo mantenga un nivel cultural y político como el de Cuba es suficiente para que se le valore como una parte esencial del futuro de la izquierda en América"
Pregunta. ¿Es usted comunista?
Respuesta. Sigo siendo comunista y participando en un proyecto que es el compromiso de los comunistas españoles en el siglo XXI. Que es el intento de consolidar una relación más horizontal entre lo que puede ser el movimiento obrero tradicional de la justicia social y los movimientos alternativos como el ecologista, pacifista, feminista..., y ahora el de una globalización alternativa.
P. Cuando acabó usted la carrera de Medicina, recién terminado el servicio militar, pasó un año en Cuba haciendo un curso de posgrado sobre salud pública. ¿Qué se encontró entonces y qué cree que ha cambiado en veinte años?
R. Aquélla era una Cuba que tenía un mercado en los países socialistas, que aún existían. Y ahora se encuentra con un periodo muy complicado de escasez económica acentuada por la prolongación del bloqueo. Que un pueblo mantenga la ilusión de un sistema social que no tiene comparación con el resto de América Latina y que mantenga un nivel cultural y político como el de Cuba es suficiente para que la izquierda continúe considerando a Cuba una parte muy importante del futuro de la izquierda en América Latina. Si a eso se suma que, en los últimos meses, Cuba ha dejado de estar sola en América-a Venezuela se le ha sumado Ecuador, y Lula en Brasil-, es difícil decirle ahora a un argentino, a un boliviano o a un centroamericano que no mantengan un grado de solidaridad con las conquistas sociales de Cuba. Porque están viendo derrumbarse no sólo los parámetros democráticos, sino los niveles de supervivencia.
P. ¿Qué puede ofrecer Izquierda Unida que no ofrezca el PSOE?
R. El PSOE representa a unos sectores que podríamos denominar el centro-izquierda. No hay más que ver la lectura complaciente que ha hecho el PSOE del Gobierno en el año 1982. Sólo ha visto las luces y no la sombras. No sólo las sombras de la corrupción, sino las de la política social o de libertades. Y no hay más que ver sus propuestas recientes, cuando el PSOE plantea como límite para los compromisos sociales un 40% de gasto público, que es prácticamente el que hay en nuestro país ahora. Si se compara con la socialdemocracia centroeuropea, allí están cinco o siete puntos por encima en gasto público. No hay más que ver también los límites que tiene el PSOE en el ámbito del ecologismo o pacifismo, con sus dudas en relación al rechazo del Plan Hidrológico Nacional... El pasado fin de semana no apoyaron las movilizaciones. Y otra cuestión que nos diferencia es la política, digamos atlantista, del PSOE, que le lleva a una posición difícil cuando se plantea la respuesta contra Afganistán o contra Irak.
P. Izquierda Unida se fundó hace 16 años. En 1986, en su primer año de historia, sin tiempo apenas para preparar unas elecciones, IU consiguió seis escaños. En las elecciones municipales de 1995, a Izquierda Unida la votaron 2.589.780 ciudadanos (más del 11% de los votantes) y obtuvo 3.493 concejales, cifra récord para IU. Un año después consiguió 21 escaños en las generales de 1996, cifra récord también. Sin embargo, en las últimas generales de hace dos años, sólo 1.263.000 personas votaron a IU, un 5,54% del electorado, y sólo obtuvo ocho escaños. ¿Qué ha hecho IU para dilapidar la confianza de tanta gente?
R. Yo diría: ¿qué circunstancias produjeron que se diera un salto electoral muy importante en determinado momento para IU? Había un Gobierno socialista de mayoría absoluta que realizaba una política totalmente contraria con la tradición, los intereses y la opinión de la izquierda. La crisis o retroceso de IU coincidió con el final del Gobierno socialista y la primera etapa del Gobierno del PP. El PP recogió los beneficios de los errores del PSOE. Además se daba una dificultad para la izquierda, no sólo de IU, a la hora de hacer oposición a un Gobierno de derechas cada vez más fuerte, a una marea conservadora que no sólo se ha dado en nuestro país. Hace pocos años había gobiernos de centro-izquierda en la mayor parte de Europa y hoy quedan sólo en dos o tres Estados de la Unión. El punto de inflexión de lo que era el suelo electoral de IU ya tuvo lugar en las generales y, algún tiempo después, en el primer año de mayoría absoluta del PP. Pero tengo la impresión y los datos de que la izquierda se ha fortalecido. Sobre todo desde la huelga del 20 de junio. El PP empezó a perder credibilidad incluso en los sectores de centro. Y el PSOE, a partir de ese día, dejó a un lado la oposición de centro y viró hacia la izquierda.
P. ¿Y ese viraje del PSOE a la izquierda le puede perjudicar a Izquierda Unida?
R. No. A mí me interesa que el discurso del PSOE no sea centrista. Porque eso permite que las ideas de izquierda entren en los medios de comunicación.
P. Pero ustedes pueden perder la presencia en algunos Ayuntamientos y Gobiernos autonómicos si no alcanzan el 5% del total de votos.
R. Yo creo que no, que estamos cayendo todos en la estrategia municipal de Jaime Mayor Oreja. Ya tuvo esa misma estrategia de eliminación de una fuerza política en las elecciones vascas. Su mapa era en blanco y negro: el de los buenos y el de los malos. Pero fracasó. Izquierda Unida fortaleció su representación en las elecciones vascas. Y en estas autonómicas y municipales va a conseguir lo mismo. Porque es falso que se dependa del 5%. Sólo se depende en aquellas comunidades que tienen un límite para entrar en el Parlamento...
P. ¿Cuáles son?
R. Pues algunas... Castilla-La Mancha, donde no estamos en el Parlamento; Murcia, donde estamos con un diputado, y prácticamente me parece que queda la Comunidad de Madrid, donde tenemos una representación holgada, en torno al 9%. El PP sabe que en los municipios donde nosotros gobernamos o cogobernamos con el PSOE mantenemos el Gobierno. Pero el PP tiene una obsesión que es no perder Madrid. Y sabe que necesitaría reducir a IU. Pero eso es inalcanzable. El PP sabe que tiene perdidas las autonómicas en Madrid y que peligra incluso el Ayuntamiento de Madrid. Y por eso está en esta campaña, a veces con la ayuda de un sector del PSOE, aunque no de la Ejecutiva socialista, que sabe que nos necesitamos mutuamente.
P. En Madrid, ustedes rivalizan con Los Verdes de José María Mendiluce. Sin embargo, Los Verdes son sus aliados en otras comunidades como Cataluña o Valencia.
R. Nosotros no rivalizamos con el espacio verde. Tenemos la voluntad de configurar una formación política que articule el espacio rojo y el espacio verde. En algunos lugares, esa estrategia de IU ha sido favorablemente acogida por Los Verdes, incluso tenemos una experiencia de gobierno en Cataluña, Baleares o la Comunidad Valenciana. Y en otros lugares, las cosas aún no están suficientemente maduras. Pero no rivalizamos más que con la derecha.
P. Pero si alguien vota al partido de Mendiluce...
R. He dicho lo que he dicho. No voy a profundizar en eso. En la Comunidad de Madrid, el espacio rojiverde lo ha representado y lo representa Izquierda Unida.
P. ¿La política de Izquierda Unida en el País Vasco puede restar votos al partido en el resto de España con actos como el apoyo de Javier Madrazo al plan de Ibarretxe?
R. Nosotros no apoyamos el plan de Ibarretxe. Estamos en un Gobierno en situación de minoría. Hemos incorporado alguna de nuestras propuestas a ese plan, pero ése es un plan mayoritariamente nacionalista, y nosotros hemos dicho que nuestra propuesta no es la centralizadora del PP ni la nacionalista de Ibarretxe. Tenemos una propia que es el desarrollo del Estado autonómico en un sentido federal. Hay aspectos muy importantes que nosotros vamos a determinar en el País Vasco. Hoy, lo más importante es que las fuerzas nacionalistas y no nacionalistas recuperen el diálogo y que cese la violencia. No se puede consultar al pueblo vasco sin que haya un cese definitivo de la violencia. Ese planteamiento lo entienden los electores de IU en el País Vasco y en el resto del país.
P. ¿Su concepto de España coincide con el del coordinador de IU en el País Vasco, Javier Madrazo?
R. Mi concepto coincide con el de Izquierda Unida. Una concepción que valora el Estado autonómico, pero que al mismo tiempo considera que no se puede realizar una involución de ese Estado, como pretende el PP. Cada vez más, las leyes del PP hacen caso omiso del reparto de competencias. Por ejemplo, con la ley de Educación: sólo le falta decir cómo tienen que afilar los niños los lápices en la última escuela de Cataluña o de Asturias. Culminar el modelo autonómico significa desarrollarlo de manera federalista. Eso significa recuperar el poder político que se les ha hurtado a comunidades autónomas y municipios. También supone compartir órganos entre comunidades y la Administración central. Eso entraña la reforma del Senado, la del Tribunal Constitucional, la de las agencias tributarias. No hay marcos de cooperación, por eso todo termina en el Tribunal Constitucional. El PP enseguida asimila la reforma constitucional al nacionalismo, y el nacionalismo, a la violencia. Y no tiene nada que ver. Este modelo federalista no contenta ni al PP ni al nacionalismo que tenga por objetivo la confederación o la soberanía.
P. ¿Es usted partidiario de convocar un referéndum sobre la autodeterminación en el País Vasco?
R. Yo no creo que sea bueno vetar el que en un momento determinado se pueda producir esa consulta. Lo que sí digo es que en estos momentos no hay las condiciones para una consulta. Tiene que haber antes un amplio acuerdo político de nacionalistas y no nacionalistas. No vale el 51%. Y esa consulta se tiene que realizar con el cese definitivo de la violencia. No puede haber ni la presión de hoy ni una amenaza de presión en el futuro. Lo que puede garantizar ese proceso es que ninguna comunidad autónoma sienta el agravio o la diferencia de otras comunidades. Y en cuanto al País Vasco, Izquierda Unida desempeña un papel importantísimo, ya que es una fuerza no nacionalista en el Gobierno. Eso debería ser un interés compartido por todos los partidos de ámbito estatal.
P. ¿En cuántos Ayuntamientos cree que si IU no alcanza el famoso 5% se rompería el cogobierno con el PSOE y pasaría a gobernar el PP?
R. Ninguno de los dos estamos operando con esa posibilidadad. Yo lo he comentado con los dirigentes socialistas, y los datos que tenemos nosotros es que la mayor parte de los Ayuntamientos y comunidades que gobernamos, las mantenemos. Salvo la boutade de la encuesta del PP que daba la pérdida de Baleares y Aragón, yo creo que nadie prevé que a nivel autonómico el PP vaya a ganarle una sola comunidad a la izquierda. Ni siquiera en aquel caso más complejo que es el de Baleares. El PP se encuentra en reflujo e intenta acotarlo. Y ha puesto toda su artillería en mantener el municipio de Madrid. Porque la Comunidad de Madrid la tiene perdida.
P. A diferencia de lo que ha sido la estrategia de IU en otros momentos, ahora el peso de sus críticas va hacia el PP y nunca hacia el PSOE. Sin embargo, el PSOE parece tenerles muy en cuenta en la política municipal y autonómica, pero poco en la nacional.
R. Yo creo que esa oposición de centro, que además consideraba que no era bueno acercarse demasiado a IU ni aparecer demasiado en la calle, entró en crisis con la huelga general. Pero el PSOE tiene que recomponer una colaboración más estrecha con la izquierda política y social. Ése es el paso que debería dar en los próximos meses.
P. ¿Cuántas veces se ha reunido en las últimas semanas con José Luis Rodríguez Zapatero?
R. Ninguna. Coincidimos en el viaje a Galicia para visitar la catástrofe del Prestige, e intercambiamos algunas palabras. Pero la reunión que teníamos pendiente, y que solemos hacer una vez cada dos meses más a fondo, espero que la hagamos antes de finalizar el año. De todas maneras, me parecen escasas para lo que decía antes de los retos que tiene la izquierda para vencer al PP.
P. Se viene hablando de la desaparición de Izquierda Unida desde hace dos años. ¿Cómo se enfrenta un partido político a una situación como esa?
R. Yo creo que eso pasó a la historia. Recuerdo la época de la crisis del PCE en 1982, donde la borrachera de mayoría absoluta del PSOE le llegó a hacer pensar en la monopolización de la izquierda. Después de las recientes eleciones generales, un sector del PP y algún sector del PSOE han llegado a reformular otra vez esa aspiración de una representación bipartidista. Pero es en vano. El mapa político español es pluripartidista, por mucho que los sistemas electorales intenten ahormar ese pluripartidismo. Y eso se ha demostrado en la continuidad del nacionalismo, y también, con altibajos, en la continuidad de la izquierda transformadora o alternativa a la del PSOE. Por eso me ha chocado el escándalo ante la propuesta del PNV de cambiar el sistema de representación en Álava. Nosotros la hemos rechazado. Pero yo les diría al PP y al PSOE que esos mismos modelos de representación los tienen ellos en todo el Estado para impedir el acceso de IU.
P. ¿Como va afrontar la campaña electoral una organización con tan escasos recursos económicos?
R. Con total austeridad y bastante precariedad. Pero eso se compensa con la militancia de IU. La política ha retrocedido en los últimos años en beneficio de los consejos de administración. Y el pluralismo ha retrocedido en los medios de comunicación públicos por el monopolio que ha hecho el PP. El PP tiene siempre la tentación de que el Ejecutivo se imponga siempre al Legislativo y al Judicial. Por ejemplo, lo que ha ocurrido en relación a la ley de acompañamiento de los presupuestos con la modificación del panorama informativo y de las televisiones, o, por ejemplo, tiene también la tentación de acaparar el monopolio de la información. No tiene en cuenta que el fiel de la balanza en la democracia no es la mayoría, sino el respeto a las minorías.
P. Es usted el menos valorado de los líderes nacionales, según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas hecha pública esta semana. Y también el menos conocido. Más de un tercio de los españoles (el 34,9%, según la misma encuesta) asegura no conocerle. ¿A qué se debe?
R. Sería un milagro que me conocieran, teniendo en cuenta que para conocer a un líder de ámbito nacional hay que respetar el pluralismo y permitir la libre concurrencia en los medios. Es curioso que nos achaquen a nosotros que los ciudadanos tengan un menor conocimiento de nosotros, pero al mismo tiempo se dificulte nuestra presencia en los medios. Es la pescadilla que se muerde la cola. Es como acusar a la víctima de ser el verdugo. Y luego, en relación a esa encuesta... es infumable en todos los sentidos. No sé cómo no hay una rebelión de los profesionales del Centro de Investigaciones Sociológicas por ser manipulados como lo son por el Gobierno del PP. De pronto, en una encuesta que hacen con 10.000 personas dicen que te consolidas o aumentas en todas las comunidades, y en otra encuesta de 2.000 entrevistas dicen que bajas un punto. Las encuestas se han convertido en un arma y tienen ese único valor: que dicen claramente cuál es el objetivo de quien emite la encuesta.
P. ¿Por qué cree que usted tiene tan poca presencia en los medios y Julio Anguita tenía tanta?
R. Es tanto como comentar una época en la que IU desempeñaba un papel de oposición a un partido en declive y donde IU desempeñó un papel muy importante en esa etapa. Ahora no puede haber el mismo reflejo en los medios con una fuerza política que no tiene 21, sino ocho diputados; con una fuerza política frente a una mayoría absoluta, y con un PSOE a su lado que es el partido mayoritario de la izquierda. Pero lo que sí pelearé siempre es para que Izquierda Unida esté ahí.
"Pequeño y con la nariz grande"
GASPAR LLAMAZARES ES el único político que ha pedido públicamente que le hagan un muñeco en Las noticias del guiñol, el programa de CNN Plus. -¿Qué rasgos de su personalidad son susceptibles de ser caricaturizados?-Bueno, los de mi físico son evidentes. Pequeño, con la nariz grande... Y en cuanto a los rasgos políticos... la contundencia en lo que se dice y se hace. Y también un cierto grado de... de... testarudez, ¿no? No hay que olvidar que yo me presenté como candidato a la coordinación general cuando la situación era más difícil. No es mi primera travesía en el desierto y no me desanima. Y otra parte importante es que creo que transmito una cierta convicción en lo que hago y en lo que digo; que no formo parte del teatro, de la política como teatro. Y luego otra caricatura que me han hecho recientemente, en la manifestación de educación, es que decían: "En esta mani no ha habido nada nuevo. Lo único nuevo es que no ha estado Llamazares. En ese momento yo estaba en Galicia por lo del Prestige. Otra cosa que se puede decir es que yo doy tanta importancia en IU a la política de la calle como a la de las instituciones.-¿Cree que si IU hubiese conectado con los miles de jóvenes que en España se han manifestado contra la globalización capitalista se estaría hablando de retroceso?-Es que yo niego que se hable de retroceso. Habla de eso Mayor Oreja. Pero todas las encuestas que no manipula el CIS demuestran que nuestra consolidación ha tenido lugar y que lentamente estamos en proceso de recuperación. Pero dicho esto le tengo que decir que... el hecho de que participemos en los nuevos movimientos sociales no quiere decir que esto se traduzca en meros resultados electorales. Una parte muy importante de esos jóvenes no van a votar. Están construyendo su conciencia crítica y una profunda renovación de la izquierda. En el futuro algunos se incorporarán a la política. Esas prácticas renovarán la política y harán más fuerte a la izquierda. Por eso estamos ahí. Pero donde IU tiene más votos que el resto de los partidos es en el sector que va de los 18 a los 45 años.
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