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El Parlamento apoya el plan del Kremlin contra el federalismo

Las regiones de Rusia pierden competencias

Pilar Bonet

Con la aprobación ayer en primera lectura de una ley que redefine la figura de los senadores miembros del Consejo de la Federación (la Cámara alta o de las regiones), el Kremlin dio un paso más para someter a los 89 territorios integrantes de Rusia y desvirtuar los órganos concebidos para representar la estructura de Estado federal.

La Duma estatal (Cámara baja) aprobó la ley con 232 votos a favor (los centristas dirigidos desde el Kremlin) y 158 en contra (los liberales de Yábloko y de la Unión de Fuerzas de Derechas, además de los comunistas). Para entrar en vigor, el texto debe pasar dos votaciones más en la Cámara, ser apoyado por el Consejo de la Federación y firmado por el presidente. Los analistas parlamentarios creen que el resultado sintonizará con la política iniciada en 2000, cuando se aprobó un nuevo principio de formación de la Cámara de las regiones, que cambió el carácter de sus integrantes (dos representantes por unidad territorial).

Tras la Constitución de 1993, el Senado estaba integrado por gobernadores elegidos y presidentes (también elegidos) de parlamentos regionales. En 2000, los senadores pasaron a ser designados por los órganos regionales. Ahora, estos senadores designados pasarían a ser más dependientes de las instituciones centrales que de sus regiones. Así, un senador podrá ser destituido con el voto de una quinta parte del Consejo de la Federación por causas como faltar tres veces de forma no justificada a un pleno, mientras las instituciones locales lo tendrán más complicado para destituirlo. Si el senador fuera defendido por sus colegas moscovitas, la región sólo podría librarse de él con el esfuerzo conjunto del gobernador y dos tercios del Parlamento local.

Alexandr Kotenkov, el representante presidencial en la Duma, dijo ayer que las enmiendas evitarán casos como el de un gobernador que destituyó a su representante en el Senado "porque éste se divorció de su hija" (de la del gobernador).

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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