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Sontag asegura a sus lectores que no es tan sabia como sus libros

La autora presenta su novela 'En América' acompañada de Carmen Alborch

"No soy tan inteligente como mis libros, de ninguna manera", advertía la noche del jueves Susan Sontag (Nueva York, 1933) a sus lectores más fieles. La escritora presentaba su última novela, En América (editorial Alfaguara en castellano y Proa en catalán), en el auditorio del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). Sontag, en una charla con la diputada Carmen Alborch, recordó la necesidad de "trabajar para ser mejores".

Sontag se presentó ante un auditorio repleto, muchos espectadores acabaron sentados en el suelo, y llegó mostrando su fascinación por la exposición Borges y Buenos Aires que actualmente acoge el CCCB. Aterrizaba en Barcelona con horas de sueño atrasado -"yo no tengo tiempo que ceder a dormir, porque eso supondría perderme algo de lo que aprender", dijo- para presentar una obra en la que vuelve a aparecer "el gran viaje"; "un tema al que dedicaré toda mi ficción. Ésa es nuestra gran misión en la vida, el cómo avanzar para ser mejores y pisar sobre nuestros propios pies", explicó. Carmen Alborch, parca en palabras ante la fascinación que le producía una autora que, confesaba, era uno de sus referentes culturales y personales, prefería abandonar En América como tema de conversación y adentrarse en los pensamientos de "una inteligencia que no cree en estereotipos", dijo la diputada.

Sontag, sin embargo, se ocupó de dar a conocer a sus oyentes que no era tan inteligente como sus libros, y recordaba que ahora se la conoce "por decir cosas simples, como que Bush es un cretino". Ante las caras de pasmo originadas por estas palabras, la ensayista y novelista detalló los porqués de esa afirmación. "Claro que creo en lo que digo, soy una mujer sincera y le tengo miedo al Gobierno de Bush. Pero también sé que todo es mucho más complejo, y la política es el enemigo del escritor porque te obliga a simplificar". Y precisamente esto, abreviar, debe ser lo más complicado para una mujer llena de contradicciones, como se define Sontag. "Yo no estoy de acuerdo con muchas cosas de las que digo y la novela es la forma más maravillosa de expresar nuestras contradicciones. El ensayo te obliga a ser lúcida y clara, y ya eso es superfluo, sobre todo cuando me refiero a asuntos políticos", afirmó una mujer que considera los libros como el alimento de la mente y el corazón, "por eso sólo deberían escribirse los libros que son realmente necesarios".

La escritora, defensora del pensamiento utópico -"porque no puedes vivir sin un horizonte, sin aspirar a mejores niveles"-, mostró sin embargo su temor a que la utopía responda al capitalismo "desde una forma mala, la religiosa"; "y no sólo me refiero al fundamentalismo islámico", comentó Susan Sontag, a la que le gusta sentirse siempre como una extranjera, es decir, incómoda dentro del grupo. "Porque vivir en comunidad te aísla de la realidad", aseguró.

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