A ráfagas
Tan abrasivos como el desierto californiano del que proceden, Qotsa despachó un concierto basado en la intensidad, factor que exprimieron por encima de mayores sutilezas. Nada aparta a la pareja formada por Josh Home y Nick Oliveri -núcleo líder de la banda- de conseguir su propósito. Se plantean su paso por el escenario como un ejercicio para apabullar. Y lo consiguen.
Entre los dos forman una irreductible pared de sonido y ambos asumen el protagonismo a partes iguales. El resto de la banda está formada por unos meritorios mercenarios que se limitan a cumplir con creces con lo que sus jefes les mandan. Josh y Nick llevan el concierto a trompicones. O mejor, a arreones; sin que eso signifique que vaya a decaer el ritmo o intensidad. El punto depresivo de alguna de sus composiciones -al rock de ahora parece que se le ha olvidado divertirse- consigue momentos dramáticos que se atenúan por los suculentos riffs de guitarras, pero que a su vez se refuerzan con los gritos de los cantantes.
Queens Of The Stone Age (QOTSA)
Josh Homme (Guitarra y Voz); Nick Oliveri (Bajo y voz); Mark Lanegan (Voz), Troy (Guitarra, teclados); Joey Castillo (Batería). Arena (Madrid). Entradas agotadas. 26 de noviembre de 2002.
Hay un intento de congratularse con el público español y abordan el estribillo de I gonna leave con un mal pronunciado castellano "ya me voy, te voy a dejar...". Antes, el volumen brutal del sonido y la contundencia con la que se comportaban consiguieron que un par de veces saltara toda la instalación eléctrica, quedando solo el sonido de los palillos golpeando la batería. El concierto discurrió a ráfagas, pero las deficiencias técnicas las resolvieron a base de entrega, aunque es posible que Qotsa sea de esos grupos -por muy abanderados del stoner rock que se les quiera convertir- que terminan su discurso no más allá de la media hora de concierto.