Homs destaca el impulso económico y el carácter social del presupuesto de 2003

"Impulso económico y progreso social". En estos dos ejes resumió ayer Francesc Homs el proyecto de los presupuestos de 2003, marcados por una previsión de crecimiento de la economía catalana del 2,6% del PIB, una tasa de paro del 6,5% y la creación de 36.800 puestos de trabajo.

Para Homs, los motores del impulso son "la mayor inversión pública" -el consejero destacó que crece el 26%, frente a la oposición, que computa un crecimiento real de sólo el 10%- y el "estímulo a la inversión privada". Y el progreso social, afirmó, se centra "en el mayor bienestar de las familias, el mayor gasto sanitario, la mejor calidad de la enseñanza y las ayudas a los jóvenes".

Los ingresos globales serán de 18.628 millones de euros, el 10,2% más que este año, y Homs subrayó que "ha llegado la hora de sobrepasar los tres billones de pesetas gracias, en gran medida, a las ganancias que reporta el nuevo modelo de financiación autonómica".

Según el consejero, las previsiones de ingresos derivadas del nuevo sistema de financiación autonómica permitirán que Cataluña perciba este año 703 millones de euros adicionales y que el Gobierno catalán cumpla "estrictamente" las previsiones presupuestarias de las cuentas de 2002. Homs destacó también que en el proyecto de presupuesto la estructura de los ingresos fiscales y la gestión general de la responsabilidad tributaria del Gobierno catalán constituyen una "clara muestra del uso que se hace de la capacidad normativa". "Capacidad", añadió, "que hemos utilizado en la dirección de bajar la presión fiscal a los ciudadanos".

El objetivo señalado ayer en primer plano por Homs en el hemiciclo resume aspectos tales como "la reducción de la presión fiscal a los ciudadanos y de manera selectiva a determinados colectivos, como las familias con hijos, las personas con disminuciones, los mayores, los parados y los jóvenes de menos de 32 años". Y un propósito añadido: "Incidir de forma prioritaria en el acceso a la vivienda".

El titular de Economía aseguró que los presupuestos de la Generalitat para 2003 mantienen el objetivo de "déficit cero" y son "realistas y equilibrados". Aunque Cataluña acabará el año 2002 con un crecimiento del 2,1% -medio punto menos de lo previsto-, el consjero instó al resto de los partidos a "no menospreciar" la situación y no contribuir, "con el pesimismo y la desvalorización" en términos económicos, a hacer más grandes "los riesgos e incertidumbres que se han de afrontar en los próximos años". Según Homs, se prevé que la economía catalana afronte el año 2003 con una "moderada expectativa de crecimiento", ya que se producirá una "previsible recuperación de los mercados internacionales" y un mantenimiento del consumo de los hogares. En cuanto al peso de la deuda, el consejero Homs sostuvo en la Cámara que su "coste financiero pasa en 2002 del 7,5% del PIB catalán al 7,3% en 2003, lo que supone el 51% del presupuesto total para ese año".