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Reportaje:

Clases de magia

Un grupo de ilusionistas actúa en institutos granadinos para fomentar la afición

Fueron momentos de inquietud para el grupo de docentes del Instituto Mariana Pineda de Granada. Miguel Puga, conocido como Mago Migue, había prometido a un centenar de alumnos del centro hacer desaparecer a sus profesores y, aunque al final resultó ser una broma, durante sesenta minutos los jóvenes se mantuvieron en un estado de excitación inusual y sus mentores no perdieron de vista al ilusionista, por si acaso.

Mago Migue, Pablo Clabó y Luis Arza recorren parte de la provincia estos días para realizar unos peculiares espectáculos de magia en centros docentes. "Esto es peor que actuar en un gran auditorio, porque los escolares indagan, preguntan e investigan hasta la saciedad", explica el mago Clabó, que, como buen profesional, se resiste a desvelar el secreto de su magia a pesar de obsequiar a los jóvenes espectadores con la explicación de algún sencillo truco.

El objetivo de estos encuentros con alumnos de institutos de la provincia es suscitar la inquietud de los jóvenes por la magia y, en definitiva, crear afición. De ahí que los tres magos dieran a los alumnos las fórmulas para convertir un pañuelo en un huevo o para cambiar el color de una tela. "Hacedlo en vuestras casas, a vuestros amigos y ensayad hasta evitar cualquier error", es el consejo del maestro.

Una vez conocido el truco todos murmuran "¡qué fácil!". Pero en ese momento el ilusionista asesta a los espectadores un nuevo golpe de efecto y la magia vuelve a ser magia. "¿No era tan sencillo?", "¿qué ha hecho ahora?". Los jóvenes vuelven a hacerse mil preguntas sobre lo que llevaba el mago en la manga o en qué momento echó mano al bolsillo.

José, de primero de bachillerato, estaba muy contento el lunes de haber cambiado la clase de inglés para acudir a un espectáculo de magia. Pero no sabía que se iba a convertir en uno de sus protagonistas. A partir de que Pablo Clabó lo identificó familiarmente como Pepe y lo convirtió en mano inocente para elegir una de las cartas que más tarde adivinaría, este joven, fue objeto de gran parte de las escenas cómicas de los magos.

El humor es una parte esencial e indisoluble de la mayor parte de los espectáculos de magia y la participación del público es un elemento añadido que despierta su atención.

Pero si, como en este caso, los espectadores son vergonzosos adolescentes, no es fácil conseguir aliados o romper el hielo. Con la ayuda de Castro, Irene, Antonio y otros heroicos compañeros del Instituto Mariana Pineda que vencieron la timidez, los tres magos consiguieron hacerse con el público a través de juegos de humor y magia de la de toda la vida. Es decir, la de los revoltosos pájaros que salen de la nada y se van acumulando en una jaula, la de la adivinación de cartas escogidas al azar y la de los aros que se enganchan y se sueltan sin explicación.

El público desaparecerá

Los encuentros de magia organizados esta semana en institutos de varios municipios de la provincia de Granada forman parte de un amplio programa de ilusionismo que hasta el próximo domingo llenará la ciudad de espectáculos escénicos, pasacalles y exposiciones dedicados a la magia.

El Festival Internacional Hocus Pocus tendrá estos días como invitados a algunos de los magos más importantes del mundo, como Renè Lavand, Juan Tamariz, Roberto Giobbi, Mark Mitton, Paul Wilson, Jorge Blass o el propio Miguel Puga.

La gala Magomiscelánea, que se celebra el próximo sábado en el Teatro Isabel la Católica es uno de los platos fuertes del festival. Para la ocasión, el Mago Migue ha prometido hacer desaparecer a todas las personas que ese día acudan al teatro, aunque sólo durante quince segundos, porque "estar desaparecido más tiempo puede ser un agobio", asegura el ilusionista granadino campeón del mundo de cartomagia.

Este tipo de encuentros se suelen organizar exclusivamente para magos, con el objetivo de que pongan en común sus conocimientos e intercambien ideas originales. Pero con este festival se pretende extender la magia al público en general.

De ahí que la presencia en los centros docentes se haya convertido este año en una de las prioridades del Hocus Pocus. Los magos actuaron el lunes en varios centros de la capital granadina, ayer en otros institutos de Motril y hoy lo harán en Baza.

Durante estos días habrá magia en los teatros, en la calle, en locales nocturnos y en galerías de arte. Dos exposiciones complementarán la oferta de esta semana dedicada a la magia. Ángel Idígoras es el autor de una de ellas, en la que mediante caricaturas e historias disparatadas se hace un repaso por la historia de la magia. Entre los 51 magos más importantes aparecen las hermanas Fox, pioneras de la supuesta hechicería, o Selbit, el primero que simuló cortar a una mujer por la mitad.

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