Botella dice que la mujer no debe pedir ventajas sólo por razón de género
800 personas asisten a una conferencia de la esposa del presidente
Ana Botella, esposa del presidente del Gobierno, se mostró ayer contraria a las medidas de discriminación positiva y al establecimiento de cuotas para la mujer. "Reclamar ventajas en virtud de ésta o aquella peculiaridad es tanto como poner límites a las aspiraciones cuando se dispone de capacidad y competencia", dijo en una conferencia en Fuengirola, en la que sí reclamó de los poderes públicos nuevas medidas legislativas para romper las "barreras intangibles" que aún limitan el desarrollo de la mujer.
En línea con las tesis tradicionales del PP, Ana Botella mostró su rechazo a las cuotas con el argumento de que éstas suponen el establecimiento de límites. "Las mujeres no debemos ampararnos en la condición de la diferencia para seguir progresando. (...) No es sabio conformarse con menos cuando se puede aspirar a más", dijo ante un auditorio de unas 800 personas de aplastante mayoría femenina. "Creo sinceramente que nuestro objetivo no debe ser otro que conseguir una sociedad integrada y no una sociedad compartimentada en guetos de género, de raza, de cultura o de religión", apostilló.
Durante unos 20 minutos, Ana Botella hizo un repaso a los avances que en los últimos años han permitido que "la condición de mujer no suponga un límite para el desarrollo personal y el disfrute pleno de las oportunidades". Desde una perspectiva decididamente optimista, citó ejemplos como que las mujeres ocupan el 40% del personal de la carrera judicial, o el 60% de las titulaciones universitarias, y enumeró también las iniciativas legislativas tomadas por el Gobierno del PP. No obstante, lamentó la poca colaboración que la mujer ha recibido del hombre en el ámbito doméstico, y que se ha visto obligada a "soportar una sobrecarga extraordinaria a cambio de autonomía"
También lamentó la existencia de "barreras intangibles que limitan el pleno desarrollo de las mujeres" y que aún existen facetas en las que no hay plena igualdad. Citó que la tasa de paro femenina aún dobla a la masculina pese a haberse reducido a la mitad en seis años, que los salarios que perciben llegan a ser hasta un 30% inferior al de hombres que realizan las mismas funciones y, por supuesto, la violencia doméstica y las agresiones sexuales, asunto que identificó el principal reto de la mujer en el siglo XXI. "Cada una de esta situaciones representa una obligación para los poderes públicos", dijo, por lo que instó a las administraciones a acometer las reformas necesarias para hacer más real la igualdad de derechos y oportunidades.
Ana Botella, durante su conferencia, estuvo acompañada de la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, y del concejal de cultura, Gregorio Hernández.
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