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Fracasa el bloqueo de carreteras en vísperas de otras huelgas en Francia

El Gobierno de Raffarin gana la prueba de fuerza a los camioneros

El temido bloqueo de Francia por los sindicatos de camioneros no llegó a producirse. La amenaza gubernamental de retirar el permiso de conducir a los que impidieran la libre circulación, en alianza con la división sindical, se reveló decisiva para que la treintena de barricadas instaladas fueran levantadas progresivamente. El Gobierno ganó esta prueba de fuerza en vísperas de la manifestación convocada para hoy por los empleados de ferrocarriles y de huelgas previstas en Air France, control aéreo, Correos, France Télécom y el metro de la capital.

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El resultado de la jornada fue acogido con alivio por el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, quien ha dado pruebas de habilidad a la hora de manejar el primer gran conflicto social que se produce bajo su mandato. "Sí al derecho de huelga y manifestación, no al derecho de bloqueo", precisó ayer. La estrategia gubernamental ha consistido en desdramatizar los conflictos sociales y evitar que se mezclen: la movilización social, limitada a empresas públicas y a un dividido sector de camioneros, resulta más débil de la que afectó al anterior Gobierno conservador, en 1996.

En el caso de los camioneros, casi todas las barricadas instaladas ayer se dedicaron a filtrar el paso, sin llegar a impedirlo más que de modo ocasional, "para no exponernos a perder un documento [carné de conducir] esencial para nuestro trabajo", según un portavoz de los camioneros. Los escuadrones policiales lograron la retirada de las barricadas sin necesidad de intervenciones contundentes: tres personas fueron detenidas en Lyon, en el único incidente reseñable hasta el final de la jornada, cuando sólo subsistía una barricada en el terminal de contenedores del puerto de Marsella.

Un dirigente de la Confederación Francesa y Democrática del Trabajo (CFDT) negó el fracaso de la movilización, dando a entender que los camioneros podrían volver hoy a la carga: "Esto es como jugar al ratón y al gato", dijo. La rama de transportes de ese sindicato es más radical que la dirección confederal del mismo, según apreciaciones de la organización patronal Medef, visiblemente satisfecha de que el conflicto tuviera ayer una repercusión reducida.

La CFDT y la Confederación General del Trabajo (CGT) fueron los dos únicos sindicatos que intentaron la prueba de fuerza. Otros, de menor implantación en el sector, pidieron a sus afiliados que no se sumasen a las barricadas, considerando suficiente un acuerdo firmado el domingo con la patronal del sector, que fija un aumento medio del 14% en las retribuciones de los chóferes en tres años. La CFDT y la CGT se niegan a aceptarlo, por entender que se parte de sueldos muy bajos y que esa subida sólo servirá para situar a los conductores entre un 5% y un 7% por encima del salario mínimo.

Un grupo de camioneros bloquea el acceso al aeropuerto de Marsella.
Un grupo de camioneros bloquea el acceso al aeropuerto de Marsella.REUTERS

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