_
_
_
_
Tribuna:VIOLENCIA DE GÉNERO
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Propuestas sindicales

La UGT es un sindicato que lucha por transformar la sociedad en la que vivimos. Trabajamos para reducir y eliminar las desigualdades y, sobre todo, las injusticias. Por tanto, la UGT no podría estar pasiva ante un grave problema social, como es la violencia contra las mujeres, por el sólo hecho de ser mujeres. Una realidad que vulnera, entre otros, el principio de igualdad que proclama nuestra Carta Magna. Un problema que se ha materializado este año en 44 muertes de mujeres, todas ellas víctimas de la violencia ejercida por sus maridos o parejas, de las cuales 11 eran de nuestra comunidad.

La violencia contra las mujeres es un problema que se produce en todas las sociedades, independientemente de la clase social, la nacionalidad, la religión, el estado civil o la edad. Afecta, además de a la salud física -a veces y cuando "se les va la mano", con terribles consecuencias-, a la salud mental. El miedo provoca inseguridad, depresión, estrés, ansiedad, distracción, apatía y desinterés. Una mujer trabajadora que se encuentre en una situación de violencia de género puede bajar su rendimiento laboral, dando lugar a absentismos injustificados, bajas laborales y retrasos de todo tipo. Por tanto, se puede encontrar abocada a exactamente a lo que más la puede hundir y aislar de la sociedad. Es decir, a un largo "lunes al sol".

La solución de este problema pasa por la denuncia y, para que ésta se produzca, es necesario un pacto entre todos los trabajadores para que las mujeres trabajadoras, víctimas de violencia, tengan confianza en alguien, por ejemplo de su entorno laboral, de manera que se sientan capaces de hablar de su situación y encontrar apoyo en su centro de trabajo.

Desde la Secretaría de la Mujer de UGT-Andalucía, proponemos una serie de medidas, con el fin de implicar a los centros de trabajo en la red de recursos existentes para erradicar la violencia de género. Consideramos, por ejemplo, que debe ser incluido en los convenios colectivos el derecho preferente para ocupar puestos de trabajo de igual categoría profesional, en otros centros de trabajo, de la misma empresa, para las trabajadoras que sean víctimas de violencia de género y necesiten cambiar de residencia. A esta medida se deben añadir permisos de trabajo retribuidos, de duración determinada, para que puedan normalizar su situación, con motivo cambio de residencia, realizar los trámites para solicitar asistencia letrada, asistir a las comparecencias judiciales y acudir a las necesarias consultas de tratamiento psicológico.

Si fuese necesaria la suspensión de la relación laboral durante un periodo de tiempo suficiente para que la trabajadora, víctima de violencia de género, pueda normalizar su situación, el convenio colectivo debe recoger la reserva del puesto de trabajo, con independencia de la modalidad contractual y antigüedad en la empresa. Igualmente, se deben facilitar jornadas flexibles, y ¿por qué no?, anticipar el periodo vacacional. Consideramos, también muy interesante y a recoger por la negociación colectiva, la creación de fondos monetarios en las empresas, de manera que se puedan facilitar ayudas económicas para situaciones de emergencia, como puede ser casos de violencia de género.

El pacto entre trabajadores pasa, necesariamente también, por la implicación de la propia empresa. La sensibilización y la información son dos armas de indiscutible valor para detener la violencia de género. Y, en este sentido, la impartición de charlas en los centros de trabajo para concienciar y sensibilizar, tanto al personal de la dirección de la empresa, como a la representación de los trabajadores, es absolutamente necesaria. E, igualmente, es necesario saber cómo actuar. Por tanto, en las empresas también deben realizarse sesiones formativas, destinadas a las personas responsables de personal y a la representación sindical, con el fin de que aprendan a detectar a las posibles víctimas y como abordar este problema, ofreciéndoles apoyo en el centro, informando y orientándoles acerca de los servicios existentes.

María Dolores Gavilán Sánchez es secretaria de la Mujer de UGT-A.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_