El centro social de Los Bermejales

Me indigna profundamente, como sevillano y como persona de talante progresista, la actitud recurrente y antisocial de los miembros de la denominada Asociación Bermejales 2000, encabezada por la singular Concepción Rivas. La pertinaz oposición a que se ubique en dicha zona un centro social porque podría ser frecuentado, en reclamo de sus servicios, por personas con problemas de marginalidad o exclusión, y que ello pudiera representar una depreciación en el precio de las viviendas del sector, me parece una actitud anticívica, antisocial, de connotaciones fascistoides y que merece el rechazo y el desprecio de todos los ciudadanos. Pero, para rizar el rizo, la singular señora Rivas y sus escasos acólitos, en lo que un psiquiatra denominaría un "acto fallido" y un cristiano en "ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio", tiene el desparpajo, para ser bondadosos en el calificativo, de acusar al alcalde de talante poco democrático nada menos que por dotar a los núcleos urbanos de Sevilla de servicios e infraestructuras sociales. Razonamiento impecable, señora Rivas.

La racionalidad de estos planteamientos se califica en las pírricas manifestaciones que dicha señora organiza y el rechazo generalizado del conjunto de las asociaciones sociales y vecinales. Recientemente, el presidente de la Federación Provincial de Vecinos calificó la postura de la Asociación Bermejales 2000 de xenófoba, lo que le ha costado una demanda puesta por la muy "democrática" señora Rivas y sus adláteres.-