Maragall denuncia que CiU prepara "camarotes de lujo" para cuando pierda la Generalitat

Convergència i Unió (CiU) tiene asumida su derrota en las próximas elecciones autonómicas y quiere prepararse la "travesía del desierto en camarotes de lujo", aseguró ayer el candidato socialista a la Generalitat, Pasqual Maragall, en la clausura de la II Conferencia Nacional del PSC, que se ha celebrado en Tarragona. Maragall considera que, con este objetivo, desde el Ejecutivo de CiU se está intentando "colonizar" a la sociedad civil.

Los políticos convergentes, afirmó Maragall, quieren "llevarse la llave", al igual que han hecho "los caciques" de la comunidad de regantes de la izquierda del Ebro, quienes tras perder las eleccione se niegan a entregar esta llave a los candidatos antitrasvasistas que la han ganado democráticamente.

Entre otros ejemplos del modo de actuar de CiU, el líder socialista citó la concesión de 20 licencias de frecuencias de radio saltándose el procedimiento de pasar por el Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC), o lo que definió como "golpe de Estado" en el seno de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), donde en opinión de Maragall se ha producido un incumplimiento del programa pactado con diferencias económicas sustanciales. El candidato del PSC también criticó la actuación de la Sindicatura de Cuentas de la Generalitat, ironizando sobre el "enroque", como si de un "don Tancredo" se tratara del síndico mayor, Marià Nicolàs.

La ristra de irregularidades denunciadas por Maragall incluyó también el "desastre en la venta de activos informáticos y de comunicaciones" por parte del Ejecutivo de la Generalitat y el "intento de colonización" del Gobierno de Pujol "de las cajas, los medios de comunicación, el deporte y las entidades culturales y sociales".

Frente a esta serie de irregularidades, "totalmente previsibles" a juicio del líder del PSC, "el pueblo de Cataluña tiene que saber" que los socialistas catalanes "estamos preparados para gobernar" y "disponemos de la carta de navegación para dirigir al país", dijo. Cataluña, añadió, "no puede perder más el tiempo". Los socialistas, aseguró, tienen ahora "la responsabilidad inmensa de llevar la Cataluña del siglo XXI al límite de sus posibilidades, allí donde la Barcelona de finales del siglo XX llegó como ciudad: a la euforia, pero sobre todo a la autoestima".

"Si no nos distraemos", añadió Maragall, "esto irá hacia delante, pero no será ni un paseo militar ni un manda huevos, porque nosotros no nos aprovecharemos de Cataluña, sino que construiremos un modelo al servicio del país, desde un partido abierto, que se centrará no en la vía propagandística, sino en la inversión en capital humano". "Si de nosotros dependiera, mañana mismo estaríamos a punto para empezar a gobernar". Cataluña, agregó, tiene que trabajar para aprovechar sus potencialidades y volver a ser "punta de lanza" del desarrollo económico y plural de España. Maragall añadió: "Los socialistas construiremos un modelo al servicio del país, desde un partido abierto, que se centrará no en la vía propagandística, sino en invertir en capital humano".

El candidato a la presidencia de la Generalitat por el PSC avanzó también que propondrá al partido que, antes del próximo verano, se celebre la tercera conferencia nacional para debatir y aprobar el programa que los socialistas presentarán en las próximas elecciones autonómicas. La conferencia debería diseñar la estrategia económica y territorial que permita al PSC afrontar la carrera electoral que podría conducirle hasta la Generalitat.

En su discurso, Pasqual Maragall tampoco dudó en poner sobre la mesa el asunto del trasvase del Ródano que ahora defiende el Gobierno de CiU, el cual, sentenció, "pretende tapar una chapuza con otra chapuza". "Si algún día el cambio climático se acelera y se producen situaciones realmente preocupantes", dijo, "será la Unión Europea la que deberá decidir si conecta los Alpes con la Península Ibérica".