Cuando tocando se puede ver
Que el arte es universal quedó ayer plenamente demostrado durante la visita que un grupo de veinte ciegos realizó al Museo Artium de Vitoria. Dirigidos por dos guías de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) y asesorados por especialistas del Museo, los ciegos pudieron tocar a su gusto las esculturas e incluso las pinturas que alberga el Artium. De esa forma, visualizaron y se imaginaron lo que físicamente les resulta imposible de ver. Su tacto fue su vista, al igual que lo es durante el resto de su tiempo.
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