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Fomento expropia 30 hectáreas junto al casco urbano de Barajas y deja sin casa a 60 familias

Los afectados denuncian que AENA no ha explicado aún qué va a construir en ese suelo

El Ministerio de Fomento ha expropiado 30 hectáreas de suelo, junto al casco urbano de Barajas, para incorporarlas al terreno del aeropuerto, aunque no ha precisado qué construirá allí ni si el Plan Director de Barajas prevé alguna infraestructura en la zona. El suelo pertenece, según los afectados, a más de un centenar de familias, 60 de las cuales viven allí y no tienen dónde ir. Fomento ha forzado al Ayuntamiento y a la Comunidad a modificar el plan urbanístico de la capital, porque esas 30 hectáreas estaban incluidas, en origen, en el ensanche de Valdebebas, un barrio cuyo suelo se revalorizará mucho en los próximos meses. "AENA va a especular con nuestros solares", auguran los expropiados.

El próximo 10 de diciembre, día de Nuestra Señora de Loreto, patrona de la Aviación, más de 200 personas tendrán que sacar sus bártulos de casas, naves y terrenos de su propiedad y dejar viviendas y fincas en manos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Es el plazo dado por el organismo público, dependiente de Fomento, que ha expropiado las parcelas en nombre de una "urgente" ampliación de las instalaciones aeroportuarias. Los afectados, sin embargo, temen que no sea ésa la utilidad final de sus solares.

"Cuando a muchos de nosotros nos expropiaron, hace años, para construir la tercera pista, fuimos a consultar el Plan Director [que rige la ampliación del aeropuerto] y vimos que, efectivamente, la pista iba a pasar junto a nuestras casas. Así que nos fastidió pero lo entendimos, porque es verdad que eso es de interés general. Pero ¡es que en esta otra zona no hay nada previsto! Llevamos meses preguntando a Fomento qué va a construir, y aún no nos ha contestado", protesta Fernando Irazu, dueño de una finca de 8.000 metros cuadrados.

"Lo que nos tememos es que esto no sea para el aeropuerto, sino para AENA, que consigue así suelo barato para construir oficinas, hoteles o restaurantes", agrega Gustavo de Agustín, otro afectado. El ministerio no ha respondido a los requerimientos, incluso por escrito, que hizo EL PAÍS para recabar su versión.

Andrés Nieto, abogado de la mayoría de estas familias, califica la expropiación de "insólita" y "brutal", y explica que Fomento ha ofrecido a los afectados 18 euros por metro cuadrado de suelo sin construir -tres veces menos de lo establecido por recientes sentencias judiciales para expropiaciones anteriores- y una media de 420 euros por metro edificado. En el mismo distrito, a un paso de estas casas, el metro de suelo sin construir cuesta ya más de 800 euros.

El terreno expropiado, pegado a la avenida de Logroño y a la boca de metro de Barajas, estará totalmente separado del aeropuerto por el ramal este-oeste del futuro Eje Aeropuerto, una autopista que combinará carriles de peaje y gratuitos y por la que se podrá entrar en Barajas en 2004 (ver gráfico). Si AENA decidiese construir algo ahí, el ramal de la nueva carretera quedaría dentro del aeropuerto, como vial interno. "Algo absurdo, vamos. La verdad es que es una incógnita qué hará Fomento con ese suelo, pero para infraestructuras aeroportuarias no parece que sea", afirma Modesto Nolla, secretario de Ordenación Territorial del PSOE madrileño.

Nolla denuncia, además, que Fomento califica el suelo expropiado de "urbanizable" cuando la realidad es que "es un terreno absolutamente urbano", con alcantarillas, alumbrado público, servicio de limpieza y de basuras... Los vecinos pagan contribución urbana y, si regentan algún negocio, el impuesto de actividades económicas. De hecho, en origen, sus parcelas pertenecían a la zona sobre la que se levantará el futuro barrio de Valdebebas-Ciudad Aeroportuaria, según el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM) de 1997. Al incorporarlas Fomento al Plan Director, y anunciar su expropiación, el Ayuntamiento y la Comunidad han tenido que acordar una modificación del PGOUM y sacarlas de Valdebebas. De no haber sido así, los terrenos de este centenar de familias se habrían revalorizado en unos meses, y podrían haber optado por venderlos a las constructoras a precio de oro. "Si hay que especular con mi suelo, prefiero especular yo, y no que lo haga AENA", remata Irazu.

Excepciones

Pero hay muchos vecinos que ni se plantean especular con sus fincas. Sólo piden que les dejen seguir viviendo en ellas o, por lo menos, recibir una indemnización "digna" y otra casa donde vivir. Sobre todo porque saben que no todos los propietarios van a ser expropiados. La ONG Mensajeros de la Paz -cuya presidenta de honor es Ana Botella, esposa del presidente del Gobierno, José María Aznar- regenta una residencia de ancianos en el Camino Viejo de Hortaleza, número 20. Y allí va a seguir. Su gerente, Pedro Mella, explicó a EL PAÍS que cuando Fomento empezó a informar a los dueños del suelo de que iban a ser expropiados su parcela estaba incluida. "Pero finalmente se nos ha notificado que queda desafectada, es decir, que no la expropian. No sabemos por qué, aunque suponemos que es porque aquí se realiza una función social muy importante", afirmó Mella.

Dos portales más allá, en la misma calle, vive la familia de Luis Calleja, una de las muchas que tendrán que dejar su casa el próximo 10 de diciembre.

Algunos de los vecinos de Barajas expropiados por el Ministerio de Fomento, junto a los terrenos y las viviendas de su propiedad.
Algunos de los vecinos de Barajas expropiados por el Ministerio de Fomento, junto a los terrenos y las viviendas de su propiedad.RICARDO GUTIÉRREZ

¿Dónde estaremos en Navidad?

María Concepción Ávila, de 49 años, viuda y enferma de corazón, comienza a hablar con tono fuerte y expresión firme. Cuenta que sus padres compraron la finca hace medio siglo y ella la heredó, que cultiva hortalizas, aunque no vive allí, y que no acepta la "miseria" que el Ministerio de Fomento le va a pagar por su tierra. Pero su rostro pierde firmeza y su voz se quiebra cuando se decide a explicar que tiene dos hijas minusválidas, y que ha cuidado la finca todo este tiempo pensando en ellas."En estos últimos años he tenido varios compradores, y me han llegado a ofrecer mucho dinero. Pero yo pensé que este suelo se iba a revalorizar muchísimo, y que les vendría bien a mis hijas, para cuando yo falte. Me han operado cuatro veces del corazón, tengo que pensar en ellas", dice. "Y al final, ya ve, resulta que AENA se va a llevar mi suelo por cuatro duros". A su lado, escuchándola, está Jesús Patricio de la Rica, de 41 años y pensionista por enfermedad desde hace 20. "Fue por las bromas que me hicieron en la mili. Por un simulacro de fusilamiento y otras cosas. Desde entonces sufro de terror", explica, negándose a utilizar los términos más técnicos pero menos expresivos que emplea su hermana María del Carmen para nombrar su enfermedad. Ambos viven en los terrenos expropiados por Fomento, al igual que su madre, Matilde Iniesta, de 80 años, y tres hijos de María del Carmen. Matilde cobra 240 euros de pensión y 480 del alquiler de una nave que tienen en la finca. Así que ahora se quedará "sin casa y sin nave, con 240 euros para vivir". Su hijo Jesús amenaza con ponerse "en huelga de hambre y medicación" si eso sucede.Casi todas las familias que habitan estos terrenos construyeron con sus manos las casas en las que viven, y muchos heredaron las fincas de sus padres, abuelos o bisabuelos. Entre los vecinos más jóvenes están Raquel Fernández, de 35 años, y Montse Navarro, de 33. Ambas con hijos pequeños y sin trabajo. Montse vive con su marido, empleado en el aeropuerto -"como la mayoría en este barrio"-, y con su madre minusválida. "Si nos echan de aquí, ¿adónde vamos? ¿Nos echamos con los críos a la calle? ¿Dónde pasaremos la Navidad?", preguntan con el rostro encendido.Les contestan casi a coro José González y Rafael Llorente, ambos al borde de los 80 años: "Acabaremos bajo un puente o en comisaría, porque de aquí no nos sacan por las buenas".

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