Regadíos oficiales y sumergidos

El Plan Hidrológico Nacional (PHN) se plantea como instrumento para corregir las deficiencias de agua, no para fomentar su uso. La intención aplicada al sector agrario valenciano supone cubrir sus carencias. La filosofía es mantener la superficie neta de regadío. La evolución del campo valenciano oscila entre una disminución de la superficie de regadío total-un estudio de la Unió de Llauradors indica que ésta se ha reducido en 36.000 hectáreas entre 1989 y el año 2000- y las nuevas transformaciones. Diversas fuentes consultadas alertan de la proliferación de estas últimas, en muchos casos ilegales.

La consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin, recordaba ayer que es "justo" que la Comunidad Valenciana reciba agua por ser deficitaria y porque aprovecha "al máximo" sus recursos. Una legitimación que supondrá invertir 1.112 millones de euros hasta 2006 en modernizar el 75% del regadío y que supondrá un ahorro de alrededor de un 17% de agua. Las previsiones también pretenden reutilizar 100 hectómetros cúbicos de aguas depuradas y alcanzar los 40 hectómetros de agua desalada.

La agricultura está en el centro del debate sobre el PHN, en el que existe la sensación de que diversas interferencias, elecciones autonómicas incluidas, impiden ver el tema con nitidez. El sector tiene "una media" de 366.000 hectáreas de regadío, según Agricultura. Este departamento defiende que la cifra se mantiene con descensos por un lado que se compensan con crecimientos por otro, y que debe seguir así. Lo que no está muy claro es quién se encarga al final de garantizar que esta superficie no aumente.

Un informe de la Unió de Llauradors radiografía la evolución del campo. Los datos que maneja la organización agraria indican que entre 1989 y 2000 han desaparecido en la Comunidad Valenciana 35.992 hectáreas de regadío. Entre secano y regadío, el descenso de la tierra dedicada a cultivo es de 109.692 hectáreas. Alicante encabeza esta lista al perder algo más de 17.000 hectáreas de regadío, Valencia ha perdido casi 12.000 hectáreas y Castellón 6.800. Joan Brusca, secretario general de la Unió de Llauradors, explica que la desaparición de regadíos es consecuencia de la "presión" urbanística, turística e industrial. El desglose por cultivos también ofrece alguna pista. Los protagonistas de la agricultura son las hortalizas y los cítricos. Las primeras han perdido algo más de 25.700 hectáreas de superficie en doce años mientras que los cítricos han visto incrementada su superficie en 13.831 hectáreas.

Fuentes consultadas afirman que las nuevas transformaciones son para cítricos principalmente. Y coinciden con Brusca en que las grandes transformaciones que se están acometiendo son casi siempre ajenas al sector. También apunta que muchas son ilegales y que aparecen ante la expectativa del agua. La Unió es favorable al PHN y cifra el déficit hídrico en 160 hectómetros cúbicos para Alicante, 100 para Castellón y 50 para Valencia.El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Cristóbal Aguado, dice tener asumido que la agricultura valenciana "cada vez tendrá menos hectáreas de regadío". El dirigente cree "indiscutible" que falta agua.

Es un hecho que se siguen transformando tierras para cultivos. En julio, por ejemplo, el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana publicaba la aprobación del estudio de impacto ambiental (que deben solicitar los proyectos de más de 25 hectáreas) de la Consejería de Medio Ambiente a un plan de transformación de 170,5 hectáreas para "cítricos fundamentalmente".

El catedrático de Geografía, Joan Romero alerta de que aunque el PHN se aprueba para consolidar sistemas agrarios con déficits hídricos y no para ampliar regadíos, en Murcia éstos crecen "de manera descontrolada" y en la Comunidad Valenciana de forma "incontrolada y descontrolada", en la mayor parte de los casos con la connivencia de las administraciones. El catedrático defiende que desde que se anunció el plan se aceleraron las roturaciones legales e ilegales y estima que se habrán transformado en los últimos años 10.000 hectáreas.. También recuerda que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha resuelto de forma favorable la concesión de agua subterránea para regadío por 9 hectómetros cúbicos este año. El anuncio del plan "ha despertado unas expectativas" que hacen temer que si algún día llega el agua sea "insuficiente de nuevo para atender las nuevas superficies transformadas".

Los ecologistas también tienen algo que decir. Acció Ecologista-Agró hizo público un informe a finales de 2001 donde explicaba que en 1998, 1999 y 2000, Medio Ambiente tramitó 145 expedientes de Evaluación y Estimación de Impacto Ambiental sobre transformaciones agrícolas, de los que 77 fueron declaradas aceptables y 51 aceptables en parte. La organización concluyó que en estos años se autorizó la transformación de unas 500 hectáreas, sobre todo para cítricos. Y este mes, denunció la detección de "al menos" seis transformaciones ilegales para cítricos en el Algar del Palancia. Medio Ambiente explica que en 1999 y el primer semestre de 2000 autorizó la transformación de 426 hectáreas. Por su parte, Ecologistas en Acción de Murcia denuncia el "continuo incremento de los regadíos ilegales", en su "mayoría" ajenos a la agricultura familiar.