La Fundación Klara fomentará los valores humanos y apoyará a víctimas de violencia

Los padres de Klara García, la adolescente asesinada a manos de dos compañeras de instituto en 2000 cuando tenía 16 años, cumplieron ayer por fin su sueño de perpetuar el nombre de su hija con la puesta en marcha de una fundación que nace en San Fernando (Cádiz) con dos objetivos concretos: fomentar la educación en valores humanos y prestar ayuda a los familiares de víctimas de violencia.

Al acto de presentación de la nueva fundación, que se celebró en el Teatro de las Cortes de la localidad gaditana de San Fernando, asistieron, entre otros, el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo; el ex Defensor del Menor de Madrid, Javier Urra; el periodista Paco Lobatón y numerosas autoridades provinciales y locales.

José Antonio García y María Casado pudieron percibir ayer el cariño de la sociedad gaditana y andaluza, que sufrió una enorme conmoción tras el asesinato de esta adolescente y por las circunstancias que rodearon el espentoso crimen.

Las asesinas, Iria S.G. y Raquel C.T., de 19 y 20 años en la actualidad, respectivamente, confesaron ante la policía y el juez instructor que el 26 de mayo del 2000 engañaron a la víctima para conducirla al descampado de El Barrero, en San Fernando (Cádiz), donde le seccionaron parcialmente el cuello y le asestaron un total de 23 puñaladas.

Las asesinas declararon durante el proceso judicial que cometieron el crimen para "experimentar que es lo que se sentía" y porque querían hacerse "famosas". Ambas fueron condenadas en marzo del 2001 a ocho años de internamiento en un centro cerrado de menores y a cinco más de libertad vigilada, que es la máxima medida correctora que prevé la nueva Ley de Responsabilidad Penal del Menor por asesinato y conspiración al asesinato.

Críticas a la ley

Desde el asesinato de Klara, sus padres no han cejado en sus críticas hacia la nueva Ley de Responsabilidad Penal del Menor, a la que tildaron de nuevo de "injusta y lamentable" por no permitir a las víctimas participar directamente en el proceso judicial y por la "levedad" de las penas que contempla en su articulado. Este malestar les ha llevado a reunirse con otros afectados por episodios de violencia y con colectivos e instituciones de los que han recabado el apoyo necesario para poner en marcha la Fundación.

"Es un día importante. Nos ha costado mucho trabajo llegar hasta aquí. Aparte del sufrimiento por la pérdida de nuestra hija, hemos encontrado muchas dificultades porque para poner en marcha un mundo tan desconocido hemos recorrido un largo camino", confesó ayer emocionado José Antonio García, quien detalló los objetivos que se marca la Fundación Klara García: "Comienza a andar con un lema que define su naturaleza, que es que será una ventana abierta para todos y para aquellas personas víctimas de violencia".

Con la Fundación, el padre de Klara García luchará por "intentar cambiar la educación de los hijos que son el futuro de una sociedad que es víctima de la violencia".

En parecidos términos se pronunció el ex Defensor del Menor, de Madrid, el psicólogo Javier Urra, quien se mostró convencido de que este tipo de iniciativas es la mejor manera de erradicar la violencia, al tiempo que elogió la actitud de los padres de Klara. "Se han convertido en los padres de todos los jóvenes", dijo.