Un implicado en el asesinato del juez Lidón pierde una mano al explotarle un detonador
La policía cree que Urtzi Murueta participaba en un cursillo para etarras en Francia
Urtzi Murueta Gondra, supuestamente implicado en el asesinato del juez José María Lidón, sufrió gravísimas heridas en la mano y la pierna derecha al estallarle un detonador que estaba manipulando. Murueta, que mañana cumplirá 24 años, fue conducido ayer por la tarde por un compañero al hospital de la localidad de Saint Leonard de Noblat, cercano a Limoges, donde, en un tosco francés, confesó que era un miembro de ETA al que le había estallado un artefacto y pidió una cura urgente. Llevaba encima dos documentos de identidad y una pistola.
Murueta Gondra, nacido el 22 de noviembre de 1978 en Bilbao, llegó a media tarde de ayer al citado hospital a bordo de un vehículo conducido por otra persona que se marchó inmediatamente sin dejar rastro. El joven tenía gravísimas heridas en la mano derecha, con incrustraciones de metralla, y en una pierna. Los médicos le hicieron las primeras curas pero, debido a la gravedad de las lesiones, dispusieron su traslado en ambulancia hasta un hospital de Limoges con mejores medios técnicos para intervenirle quirúrgicamente.
Los facultativos del primer centro informaron a la policía sobre el paciente, siguiendo los protocolos que les obligan a comunicar los ingresos de heridos de bala, arma blanca o explosivos. La policía francesa halló entre las pertenencias de Murueta una pistola automática de la marca FN Herstal, de nueve milímetros parabellum, así como dos documentos de identidad falsos (en uno figuraba como vecino de Salamanca, según informa la agencia Vasco Press), aunque otras fuentes precisaron que llevaba "su propio DNI". El hecho de que portase la pistola propiciará que sea juzgado en Francia.
El joven fue operado en Limoges, donde quedó internado bajo custodia policial, aunque los médicos no habían autorizado anoche los interrogatorios. Fuentes conocedoras de los hechos indicaron que Murueta prácticamente ha perdido la mano y que, "como mínimo, le quedará inutilizada". Los servicios antiterroristas españoles están convencidos de que el etarra sufrió un accidente mientras participaba en un cursillo de fabricación de bombas en una vivienda próxima al primer hospital.
Esto supondría que Murueta estaba siendo adiestrado para reingresar en España como miembro de un comando y que la vivienda se encontraría en un radio de pocos kilómetros del centro sanitario de Saint Leonard de Noblat. La policía francesa ya se ha puesto manos a la obra para tratar de localizar el chalé o el piso en el que ETA tiene instalada la escuela y al compañero del etarra.
Murueta es sospechoso de haber participado en el asesinato del juez José María Lidón Corbi, magistrado de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Vizcaya, perpetrado por dos personas el 7 de noviembre de 2001 en Getxo (Vizcaya).
Su nombre fue citado por Orkaitz Gallastegi, detenido por la Ertzaintza en octubre pasado. Éste aseguró que estuvo vigilando durante varios meses las costumbres del magistrado y que la información que recogió se la entregó a Murueta y a Ibai Aginaga en la localidad de Berango (Vizcaya), según fuentes de la lucha antiterrorista.
Cuando Lidón fue asesinado, Murueta y Aginaga se encontraban en paradero desconocido. El 6 de abril de 2001 Murueta había salido en libertad provisional de la prisión de Alcalá de Henares (Madrid), donde fue encarcelado por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. La policía le había detenido el 20 de marzo de ese mismo año junto a Jorge del Campo, Zigor y Arkaitz Goikoetxea y Urtzi Paul Larrea por su presunta participación en el incendio, en noviembre de 1997, de una sucursal bancaria de Berango.
El historial conocido de Murueta incluye su supuesta participación en 1998 en el ataque con cócteles mólotov contra la vivienda de un ertzaina en Getxo y su implicación en el incendio de la oficina de correos de Berango, en noviembre de 1999.
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